Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Taehyung está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.
Y, pese al pasado, Jungkook necesita formar parte de un momento como ese.
Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Taeh...
Me dolían las mejillas de tanto sonreír cada vez que alguien se acercaba a mi cuadro.
Intentaba ser agradable con cada uno de los visitantes, aunque apenas entendiera nada de lo que me decían, excepto cuando Yeong o Scarlett se acercaban para hacerse cargo de la situación y echarme una mano con el idioma.
Me fijé en los demás artistas. Todos parecían sentirse cómodos en su propia piel, orgullosos, calmados. Me obligué a dejar de mover los pies y mantuve la espalda recta.
Al alzar la vista, tropecé con unos ojos chocolate que lo miraban todo desde un rincón de la sala. Jungkook parecía tan incómodo dentro de aquel traje ajustado, tan contenido, tan poco él…
La parte que aún deseaba caminar descalzo y pintar sin pensar quiso acercarse a él y susurrarle al oído cualquier broma que solo entendiéramos nosotros. La otra parte reprimió aquel impulso y esbozó una sonrisa aún más amplia cuando William, el marido de Scarlett, se acercó para saludarme y preguntarme qué tal estaba pasando la tarde.
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