85. Taehyung

294 36 1
                                    

Los días volvieron a estar llenos de música, pintura y amaneceres compartidos. Cada mañana, al bajar de Montmartre, desayunábamos juntos café y una tostada, o una baguette con mantequilla y mermelada; después yo subía al estudio y empezaba a trabajar mientras Jungkook quedaba con Yeong o se perdía hasta la hora de comer.

Me dejó espacio. No volvió a entrar en el estudio y yo me centré en el lienzo que tenía delante como si no hubiera nada más a mi alrededor. Cuando quise darme cuenta, había terminado algo con lo que me sentía satisfecho.

Ese día, mientras miraba de reojo la obra acabada y limpiaba los pinceles intentando poner un poco de orden, sonó el teléfono.

Quité la aguja del tocadiscos y descolgué.

¿Cómo va eso, TaeTae? —saludó Namjoon.

—Bien, va mejor.

Unos días antes me había desahogado con él contándole lo mucho que me agobiaba esa sensación de estar pintando para alguien y no solo para mí mismo. Él me había calmado asegurándome que era el siguiente paso que debía dar.

—He conseguido terminar algo decente para la exposición.

Sabía que podrías hacerlo.

Me senté en el taburete agotado, pensando en que dentro de unos días volvería a estar en una sala llena de gente, y esperaba no sentirme tan fuera de lugar como la última vez. En esta ocasión se expondrían veinte obras de artistas jóvenes y prometedores, o eso me había explicado Yeong cuando comimos con él unos días atrás.

—¿Cómo le van las cosas a Jin?

Bien, preparando la boda, no parece preocuparle que falte casi medio año para eso. ¿Qué tal está Jungkook? No hablo con él desde la semana pasada.

—Como siempre. —Me mordí el labio.

¿Están… teniendo problemas? —dudó.

—No. Sí. Es complicado —admití.

Él te quiere. Ya lo sabes.

—¿Por qué haces esto ahora?

Tienes razón, olvídalo. No es asunto mío.

—Yo no quería decir eso, pero…

Me basta con saber que estás bien. Llámame si necesitas hablar o cualquier cosa, ¿de acuerdo? —se despidió antes de colgar.

Intenté mostrar mi mejor sonrisa cada vez que Yeong se acercó para presentarme a alguien o algún visitante se interesó por mi obra, aunque en realidad apenas me enteraba de nada si hablaban en francés y, además, me pasé buena parte de la velada pe...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intenté mostrar mi mejor sonrisa cada vez que Yeong se acercó para presentarme a alguien o algún visitante se interesó por mi obra, aunque en realidad apenas me enteraba de nada si hablaban en francés y, además, me pasé buena parte de la velada pendiente de Jungkook, observándolo mientras charlaba con William y Scarlett.

Puede que fuera la única persona de toda la sala que podía notar su sonrisa fingida, la rigidez de sus hombros bajo esa camisa ceñida que, probablemente, estaría deseando arrancarse. Y supongo que él era también el único capaz de ver lo que escondían los trazos del cuadro que estaba colgado en la pared: el amor, el odio, las dudas, la culpa, la contención de las líneas que cambiaban de dirección cuando ya parecía que sabían a dónde se dirigían.

De algún modo, todo nos conectaba.

Como si pudiera oír mis pensamientos se volvió y me miró. Se acercó despacio y entornó los ojos.

—¿Cómo va la noche? —pregunté.

—Bien. Interesante —contestó.

—No hace falta que me mientas.

Jungkook reprimió una sonrisa y se ajustó el puño de la camisa antes de suspirar mirando a su alrededor y coger una copa cuando un camarero pasó cerca.

—Nunca he sido aficionado a aguantar excesos de ego.

—¿Y aquí hay mucho de eso? —Le quité la copa.

—Mierda, no sé cómo estas paredes no se derrumban bajo su peso.

Sonreí, pero disimulé en cuanto vi que Yeong se acercaba a nosotros para felicitarnos por los comentarios que había recibido del público y de sus amigos. Y no pude evitar sentir un cosquilleo de satisfacción. Nos quedamos callados mientras él volvía a echarle un vistazo a mi cuadro; asintió con la cabeza casi sin darse cuenta.

—Un trabajo prometedor, sí. Buen chico.

Percibí un pequeño cambio en la expresión de Jungkook mientras Yeong se alejaba para saludar a unos conocidos, pero no pude descifrar su significado.

Percibí un pequeño cambio en la expresión de Jungkook mientras Yeong se alejaba para saludar a unos conocidos, pero no pude descifrar su significado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
I Want To Hold Your Hand² ✿KookTae✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora