Capítulo Siete

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Logan encendió el parlante del coche y comenzó a sonar rock internacional. Subió el volumen y mientras conducía comenzó a darle algunos golpes a su pierna siguiendo el ritmo de la música. 

Me estiré y presioné el botón de apagado y le dediqué una sonrisa tirante. 

– Me estás llevando de nuevo a esa mansión de mierda, no estoy de ánimo para música y buen humor– 

– Qué aburrida– dijo él encogiéndose de hombros y volviendo a encenderla. 

– ¡Que no! – la apagué y él plantó una de sus manos enorme en mi cara y me la pasó por todo el rostro para fastidiarme. 

– Eres más pesada que Cedric, ya entiendo porqué están juntos– 

– Ya no estamos juntos... Él me mintió igual que todos en esa casa... Y previo a eso me secuestraron– 

– Creo que entiendo porqué no quieres regresar– dijo levantando las cejas– pero te prometí que te ayudaría a sentirte mejor con tu condición de vampiro. La música y las ganas de sonreír son parte de ello, así que...– Logan volvió a presionar el botón del estéreo y sonó "Ride It" de Regard

Logan comenzó a mover la cabeza al ritmo de la música y no pude evitar sonreír por lo idiota que parecía. 

– Hoy a la noche podríamos salir de fiesta para cazar ¿No? – me ofreció mientras aparcaba en la entrada de la mansión y a mí se hacía un nudo en el estómago tan fuerte que sentí ganas de vomitar. 

– No tengo ropa para eso... Mi única remera es esta y tiene sangre por todas partes– 

– Entonces el plan de hoy supongo que será que le quitemos dinero a mi padre y luego irás de compras...– 

En ese momento el corazón se me detuvo. Logan había pasado tres años fuera de casa, por lo que estaba claro que no sabía que su padre había muerto... Tragué saliva y lo miré, pero finalmente sentí que no podía ser yo quién le dijese aquello. 

Él abrió la puerta de la reja principal y nos adentramos por el camino de grava que ya conocía a la perfección. Presionó el timbre y Peter abrió en una milésima de segundo. 

– Buenos días– debieron ser cerca de las tres de la tarde pero daba igual. 

– No puedo dejarlo entrar, Señorito Logan– le informó Peter, con los ojos apagados. 

– Espera...– tragué saliva y le puse una mano en el hombro a Logan para que se apartara un poco y me dejara a mí. 

Me planté delante de Peter y apoyé mis manos en sus hombros. 

– Eres libre de hacer lo que quieras, ya no sirves a esta familia– dije hipnotizándolo.

El hombre parpadeó un par de veces como si se sintiese muy confundido y de pronto sus ojos parecieron recobrar cierto brillo perdido. 

– Odio a los vampiros– soltó Peter, aún mirándome– pero gracias por esto– más expresivo que nunca me abrazó y juré ver una lágrima bajando por el rabillo de su ojo. 

Le devolví el gesto, pero no sentí afecto, lo único que hice fue oír la vena que le palpitaba en el cuello y percibir que se me hacía agua la boca. Me aparté de él y le sonreí como pude. Él nos hizo un gesto con la mano para dejarnos pasar y volvió a entrar a la mansión, dirigiéndose rápidamente a una de las puertas de la planta baja, que debía ser su habitación. 

– Ahora tendremos que hacer nuestra propia comida...– suspiró Logan hundiendo las manos en sus bolsillos– esperaba una entrada más alucinante...– 

Sed de Sangre (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora