Capítulo Catorce

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Cedric y yo salimos precipitadamente de la biblioteca y corrimos escaleras abajo.

Todos ya estaban allí, excepto Logan, que venía detrás de nosotros, abrochándose la cremallera de los pantalones.

– Los cazadores nos están atacando, ¿Qué hacemos? – inquirió Godric, mirándonos a todos pero deteniéndose en Cedric.

– Deberíamos averiguar cual es el motivo...–

– ¿Irás tú a preguntarles? – inquirió Logan, arrugando la frente– no se si quiero saludar a cien vampiros y pedirles las novedades–

– Defendámonos, ellos vinieron hasta aquí, démosles lo que vinieron a buscar– propuso Destiny, cruzándose de brazos.

– Nadie va a atacar porque entre ellos está mi hermana– la corté tajante– yo iré a ver que sucede, ella no va a atacarme–

– No vas a ir a hablar con cazadores de vampiros. Ya no eres humana, April– me recordó Cedric, negando con la cabeza.

– Ella podría ir– Gary nos interrumpió a todos con tono lúgubre, mientras levantaba el brazo para señalar a Lucy.

– Ella no va a ninguna parte– Godric se movió hasta colocarse un poco por delante de ella y no pude evitar sonreír.

¿Era una impresión mía o a Godric comenzaba a importarle su donante?

– ¿Por qué no? Es humana, no le harán daño– insistió Gary, mientras todos nos quedábamos viéndolo a la expectativa.

– ¿Y si abrimos la puerta y le disparan con algo? – insistió Godric, frunciendo el ceño.

– Yo puedo ir, claro que puedo– asintió Lucy, apartándose un poco de él- intentaré aplacarlos, ver qué es lo que quieren y convencerlos para que se retiren-

– Me parece una buena idea– dijo Destiny, asintiendo- a menos que la protejas tanto por alguna otra razón-

– No hay ninguna razón– Godric frunció el ceño y apoyó una mano en el hombro de Lucy mientras se volvía hacia ella para mirarla a la cara– ¿Segura de que quieres hacerlo? –

Ella asintió y caminó directo hacia la puerta, sin titubear. En cuanto tiró del pomo de la puerta una esfera de vidrio estalló a sus pies.

– Voy con ella– Godric no lo resistió más.

Se adelantó, la tomó del brazo, y la colocó detrás de sí, para luego avanzar por el camino de grava.

Todos nos mantuvimos en silencio, tanto por la sorpresa como para escuchar qué decían desde afuera.

Ambos avanzaron con las manos levantadas, mostrando que no llevaban armas y que no tenían ninguna intención de atacar.

Los cazadores comenzaron a callar poco a poco, mientras mi hermana se abría paso entre ellos hasta aferrarse a la verja y aplastar su rostro contra ella.

– ¿Por qué atacan? – preguntó Lucy, levantando la voz por encima del resto.

– ¡Ustedes tienen secuestrada a mi hermana! ¡La quiero de vuelta! ¡Y si le tocaron un pelo tiraremos abajo esta mansión con ustedes dentro! –

En ese preciso instante me volví para mirar a Cedric. Ella no sabía nada. Según el punto de vista de Daniel y Aixa, ellos habían logrado escapar mientras que a mi me habían retenido para despertar a Nicholas.

– ¡Dame las llaves! – le pedí a Cedric tendiendo la mano con desesperación.

– No vas a salir de aquí para meterte en una multitud de cazadores– me dijo Cedric, tensándose.

Sed de Sangre (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora