Ayelén;
- Nosotros mejor nos vamos, yo agarro mis cosas y vamos yendo... Romi, me quedo el finde con Mateo porque va a estar solo. -Dije.
- Bueno mi reina, se me cuidan, ¿si?. -Dijo Romi, asentí y subí a mi habitación a buscar mis cosas.
Agarré todo rápido y bajé, ya se estaban despidiendo todos para irse y dejar que Romi hable con Nicki y Nere, ojalá les vaya bien, no quiero que haya quilombos entre ellas. Nos despedimos y cada cual se fue a donde debía irse, con Mateo caminamos hasta su casa y ni bien llegamos nos tiramos en el sillón a jugar a la play mientras comíamos papas fritas y todas ésas boludeces. Habíamos pasado toda la noche así y cuando estábamos por pedirnos comida para cenar ya que nos daba paja cocinar, sonaron nuestros teléfonos indicando que eran mensajes del grupo. Nicki pidiendo que volvamos a mí casa, que Romi nos invitaba a cenar a todos.
Volvimos a cambiarnos y agarrar nuestras pocas cosas pero esta vez al ser más tarde y estar en un barrio peligroso, fuimos en el auto de Pedro ya que no lo había llevado. Llegamos y ya estaban todos, ayudamos a poner la mesa y nos sentamos a cenar. Se ve que a las chicas les fue bien, están juntas y sonrientes y Romi las mira con un amor tremendo, me llenó de orgullo.
Pasó la cena y como con Mateo habíamos traído helado, lo comimos mientras vimos una película todos juntos.Sinceramente la estábamos pasando muy bien todos y yo me sentía mejor que nunca, sentía que por fin tenía una familia estable. Por primera vez, me puse a replantearme mí vida y me sentí fuerte, valiente, por primera vez noté que la resistencia me hizo mil veces más fuerte, por primera vez pude notar que resistir si sirvió de algo. Por primera vez me sentí orgullosa de mí, de como supe atravesar los obstáculos de la vida, de como soporté miles de cosas, de mi capacidad de superar todo. Por primera vez me estoy aceptando, y eso para mí, es lo más importante del mundo.
Después de haber terminado la película, tipo 2am ya todos queríamos irnos a dormir, así que ayudamos a ordenar y cada cual fue por su rumbo.
- ¿Tenés sueño?. -Preguntó Mateo.
- La verdad, no... ¿Por?. -Respondí.
- Tengo un lugar al que voy a veces cuando quiero pensar, es mí lugar secreto, nadie lo conoce. ¿Querés conocerlo?.
- Ay, que intriga. Sí, obvio. -Dije y se desvió del camino de su casa.
Llegamos a una especie de casa abandonada, que lindo tu escondite Mateo.
Ni bien bajé del auto, caminé 3 pasos y sentí un golpe en la nuca haciendo que caiga y quede inconsciente.Solo espero que Mateo no tenga nada que ver en esto, por favor que no me falle así.