Capitulo 1

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Necesito dinero, quiero viajar a Francia y mi abuelo me retiro todo su apoyo económico porque no quiere que vaya, mis hermanos tampoco están de acuerdo conmigo, dicen que una mujer no debe viajar sola a un lugar desconocido sin la compañía de un hombre que la cuide. Esos pensamientos machistas siempre me han jodido la vida, pero no me importa lo que diga mi abuelo ni mis hermanos, yo los amo con toda mi alma pero no iba a dejar que sus pensamientos anticuados se interpusieran en mi sueño de viajar a Francia. Ellos siempre me han tratado como su princesita puesto que soy la más pequeña y la única fémina de la familia, pero yo soy toda una mujer que quiere independencia y libertad de expresión.

Después de discutir con mi adorado abuelo decidí irme de casa, el único lugar donde podía ir era el departamento de mi mejor amiga Elisa, ella es una persona independiente y moderna, es la única que me entiende y aunque a veces me cuida como si fuera mi hermana mayor deja que haga mi vida como a mí me parezca. Eso sí, me da consejos para todo.

Mi abuelo pago mis estudios universitarios completos así que no puede sacarme de la universidad, al menos podré seguir estudiando para luego de terminar mi carrera en administración hotelera poder valerme por mi misma para el resto de mi vida sin tener que depender de un hombre. Ya me falta poco para terminar así que en cuanto termine mis estudios me iré a Francia como he deseado siempre.

Aunque tengo un problema, mi abuelo llamo a todas las empresas donde podrían emplearme para que no me contrataran, y pues como todos se intimidan con el magnate millonario dueño de los hoteles Silver nadie me aceptara. Odio cuando mi abuelo usa sus influencias en mi contra, pero no me detendrá con eso, para final de año habré terminado mi carrera y tendré suficiente dinero para irme a mi país sonado ¿Cómo? Sencillo, él mismo me enseñó a usar mi astucia para ganar dinero sin tener que trabajar. No hablo de robar ni mucho menos, mi abuelo siempre me enseñó que para tener las cosas que quieres debes de luchar por ello y trabajar duro para conseguirlo, de hecho el no nació siendo millonario, su familia tenía una economía estable pero no eran ricos, mi abuelo tuvo que trabajar duro para convertirse en el hombre adinerado y con prestigio que es ahora, talves sea por eso que las personas lo admiran y respetan más. Llegar a esa posición social sin ayuda de nadie es digno de la admiración de cualquiera. Pues la forma en que conseguiré mucho dinero de manera rápida es apostando, si, las apuestas son la única salida que tengo para tener suficiente dinero para fin de año. Los hoteles de mi abuelo tienen casinos y yo siempre lo acompañaba a jugar cuando podía, con el aprendí todo lo concerniente a las apuestas y modestia aparte, soy mejor que cualquiera en el póker y cualquier otro juego de azar. Se puede decir que soy una chica con suerte.  

Nunca he apostado de verdad, es decir que no he tenido la necesidad de hacerlo para ganar dinero, solo me divertía con mi abuelo y mis hermanos, y también cuando mi amiga se peleaba con sus padres y necesitaba dinero para fugarse de su casa de vez en cuando íbamos a uno que otro casino y ganábamos dinero extra para sus locuras momentáneas, digo momentáneas porque después volvía a su casa arrepentida llorándole a sus padres como una master en manipulación. Siempre logra lo que se propone y cuando toma una decisión nadie la hace cambiar de opinión. Así logro que sus padres le compraran el departamento donde viviré ahora.

Hemos escuchado que en el sótano de la universidad hacen apuestas clandestinas y nuestro plan es ir esta noche para acabar con los bolsillos de los hijos de las familias más adineradas de la ciudad. Pobres niños que no saben lo que se esperan esta noche.

-¿Estas lista?-pregunto mi amiga insistente.

-Me estoy poniendo los tacones, espera un poco.-dije forcejeando con la hebilla de mi tacón izquierdo que eran así http://1.bp.blogspot.com/-1MTgTlRBPxA/UFJDfiojV7I/AAAAAAAAADQ/RQoo57av1WI/s1600/tacones+rojos.jpg

-Aaasshh siempre es lo mismo contigo.-se quejó abajándose a ayudarme con mi tacón.

-Ya, no es para tanto.-me defendí.

-¡Listo! ¡Vámonos!-dijo parándose frente a mí. Luego ambas salimos hacia la universidad decididas a ganarnos un buen paquete de dólares.

Llegamos al lugar y el chico que estaba de guardia en la puerta no nos quería dejar pasar, así que Elisa uso su don de manipulación y se las arregló para poder entrar. Cuando entramos vimos la mesa verde con cartas, fichas y lo que más me interesaba “dinero”

-Queremos jugar.-dijo mi amiga Elisa lo bastante alto como para que todos voltearan a vernos.

-Aquí no se juega con muñecas niñas.-dijo un chico sentado con cartas en las manos y una chica a su lado que se le notaba por encima lo zo***

-Entonces no deberías estar aquí muñequito.-dije al ver la cara de bebe que tenía.

-¿Cómo dijiste?-Bajo las cartas y frunció su ceño, al parecer eso le molesto.

-Si aquí no se juega con muñecas no deberías estar aquí “muñequito”.-lo provoque más aun y se paró de su asiento caminando hacia mí.

-Deja de llamarme muñequito o te ensenare a respetar, Princesita.- Ahora la que estaba molesta era yo, odio cuando hacen referencia de que soy una princesita pero no puedo dejar que lo note.

-Dejare de llamarte muñequito si me ganas.

-¡Hecho!-sonrió muy cerca de mi cara dejándome apreciar todas las facciones de su lindo rostro. Si no estuviera aquí por dinero juro que le habría besado esa linda boquita que tiene.

Nos sentamos en la mesa y el muñequito empezó a repartir las cartas con cierta habilidad.

El juego estaba bastante interesante, tenía buenas cartas y ya estaba empezando a ganar, el me miraba por encima de sus cartas y sonreía como queriéndome decir que no estaba dispuesto a perder.

-Nos descubrieron.-dijo el que estaba en la puerta. De pronto se escuchó un ruido y todos empezaron a correr y a guardar todo.-¿Qué sucede?-pregunte.

Yo no sabía qué hacer y repentinamente alguien me tomo del brazo y me llevo a un túnel con poca luz, corrí sin saber a dónde iba hasta llegar a un callejón al lado de la universidad.

-Ya estamos fuera, nadie sabrá que estuvimos ahí.-dijo un poco agitado de correr. El muñequito me había evitado un gran problema.

-Gracias, pero no necesitaba de tu ayuda.-dije de manera descortés.

-Que grosera la princesita.-dijo mirándome.

-Esta princesita te iba ganando, de no ser porque tuvimos que salir corriendo tendrías los bolsillos vacíos MUNEQUITO.-le hable muy cerca de su cara.

-Deja de decirme muñequito si no quieres que te demuestre lo contrario.-me hiso retroceder unos pasos hasta pegarme contra la pared, se mordió los lindos labios que tiene y coloco ambas manos en cada lado dejándome acorralada.

-No me has ganado “Muñequito”.

-Te espero este viernes a las 9:00 pm. Pregunta por el lobo y te llevaran conmigo, te arrepentirás de decirme muñequito.

-¿Lobo? ¿Por qué te dicen lobo?

Sin previo aviso pego sus labios a los míos con rudeza y metió su lengua en mi boca recorriéndola completa, dio una pequeña mordida a mi labio inferior terminando su acto con una pequeña lamida en la comisura de mis labios que me dejo estupefacta.

-¿Te quedo claro o quieres otro ejemplo? “Princesita”. Yo estaba en shock y no pude responder nada.

-No llegues tarde. Me dio un corto beso y sonrió en mi anonadada cara para después marcharse.

Apuestas peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora