Cuando notó que estaba más calmada se apartó un poco para sacar,de su bolsillo,un pañuelo y darmelo. No me hizo preguntas o comentarios, sólo tomo un mechón de mi cabello y lo puso tras mi oreja. Solía hacer eso y provocarme un cosquilleo con sus dedos,casi siempre,fríos. Iba a decirme algo,cuando el jefe de UTP, nos hiso notar su presencia.-la señorita Belén,se siente algo indispuesta-le respondió Tannat, tras el discreto cuestionamiento a nuestra cercanía.
En jefe de UTP,me miro con aire dudoso,mas yo apoye lo que Tannat dijo,agregando que él, sólo se me acercó para ofrecerme ayuda. Después de que ellos dos hablarán,nuestro jefe tuvo una larga charla conmigo respecto a varios temas,un poco incómodos.
Al salir del establecimiento, estaba lloviendo. Busqué mi paraguas en mi cartera,pero no lo encontré. A veces olvidó si hice o no hice las cosas,es una condición secuela de ciertos eventos que me causa varios problemas. Era una caminata larga hasta la parada del autobús,pero no tenía más opción así que me dispuse a dejar el pórtico,mas entonces una mano me ofreció un paraguas.
-yo tengo mi auto-me dijo Tannat.
Él tenía que quedarse a dar clases por la tarde,yo tenía que ir a la universidad. Acepte el paraguas y me despedí fríamente,lo último que quería era tener problemas por sostener una relación "amorosa" con un compañero y ganarme una amonestación que me perjudicaría en mi evaluación. Sin mencionar que a él,también podía ocasionarle problemas bastante serios.
Aquel día llovió demasiado. A las seis de la tarde,muchas calles de la capital estaban inundadas y había cortes en el tráfico por esto. Pude tomar el metro,pero me tocó bajarme una estación antes y caminar varias cuadras. Eran casi las siete cuando tuve que entrar a una tienda para poder responder una llamada. No tenía registrado el número,
pero está vez reconocí su voz.-¿Merus?
-sí,supongo que no guardaste mi número-comento con buen ánimo-no importa,sólo quería saber cómo estabas. Quede algo preocupado después de...
-estoy bien-exclame con prisa y soné un poco brusca-lo siento,yo estoy bien ahora-añadí tratando de sonar más gentil.
-me alegró-me dijo después de un momento-mi intención no era incomodarte. Supongo que estás ocupada,no te interrumpo más.
Se despidió y colgó. Me sorprendió su llamada,me dejo una sensación extraña,mas no desagradable. Guardaba mi celular cuando recibí otra llamada,esta vez de Tannat. Me dijo que estaba en el centro de la ciudad y me pregunto si tenía problemas para desplazarme. No mentí y se ofreció a recogerme,
yo acepté por lo que debí volver atrás unas dos cuadras.La lluvia no daba tregua y en mi marcha termine bastante mojada,pese a llevar un paraguas. Tannat no se molesto porque entrará así en su impecable automóvil y bueno, después de un intercambio de escuetos diálogos en los que me enteré de que andaba en busca de material de trabajo,me invitó a su casa prometiendo llevarme a la mía después. No tenía motivo para negarme,además dijo que quería discutir conmigo algunas cosas respecto al concurso y el escrito que me envió.
Al llegar a su casa dijo que pediría algo para cenar y luego me invitó a su estudio. Era un lugar muy amplio y,como era de esperar,repleto de libros; pero también de reproducciones de obras de arte,aunque unas de muy buena calidad. Allí me senté en un sofá amplio como una cama,que estaba junto a la ventana por la que se podía ver el jardín posterior de la casa, iluminado por unos faroles.
-tengo un invernadero-me dijo al sentarse junto a mí,con unos papeles en la mano-suelo tomar el té,ahí para relajarme. Me sentiría muy halagado si un día quisieras acompañarme.
Sólo sonreí a eso.
-las inscripciones para el concurso cierran en dos meses-me dijo mientras se ponía unos lentes para leer-debido a la gran convocatoria que tuvo extendieron el plazo. La pregunta que me queda por hacer es ¿tienes pensando que escribirás para el concurso?
-no,la verdad es que no he pensado en eso-respondí un poco avergonzada.
-debes tener en cuenta una cosa, Belén,yo no puedo corregir lo que envíes,pues...
-si,seria una ventaja injusta contar con la ayuda de un corrector de libros -dije y lo interrumpí sin intención.
-sabia que lo ibas a comprender-me dijo y cruzó las piernas para descansar en ellas aquellos papeles-por cierto el señor García,el jefe de UTP ¿te dió alguna charla interesante?-me pregunto fingiendo desinterés.
Le conté lo que me dijo,pues estaba segura de que a él,le habían dicho algo semejante,aún así temí ofenderlo. Para mi sorpresa se sonrió muy divertido con el asunto.
-bueno es normal suponer que alguien como yo puede llegar a acosar a alguien como tú-dijo y me miró,aún sonriendo-un licenciado en literatura,contra la joven e inexperta estudiante;casi un chicle de cierto tipo de películas, pero si lo llevamos a la realidad, mi posición y la tuya,se presta para ese tipo de interpretaciones. No muchos creerían que una mujer joven, bonita... podría sentir algo genuino por un hombre que pasa de los cincuenta,tiene una docena de hijos y creo que ya me he di a entender ¿no?
No hice comentarios. En aquel café,semanas atrás,él ya me había dejado todo muy claro,yo en cambio no había verbalizado nada al respecto,pero era más que evidente que no me era indiferente. Sucedía que tenía miedos y reservas con las que batallaba constantemente.
-antes de entrar en materia,hay algo que me gustaría decirte-me dijo,logrando sacarme de mis pensamientos-quiero ofrecerte una disculpa por lo que pasó aquella noche.
Si oír lo del acoso me habia causado cierta incomodidad, esto otro me hiso subir la sangre a la cabeza de un tirón.
-me precipite,no,lo correcto sería decir que fui un atrevido,espero que no pienses que...
-no,yo no...-lo interrumpí,pero me callé.
El recuerdo de esa noche en que nos basamos visitó mi cabeza y no es que sintiera vergüenza exactamente,eran otras cosas las que volvían temas un poco embarazoso,mas desde aquella ocasión,Tannat no había vuelto a intentar algo así y lo que pasó esa mañana me hicieron caer en cuenta de que él,habia advertido lo que sucedía o al menos lo sospechaba. Sentirme al descubierto,me hiso apartar de él,la mirada.
-no era mi intención hacerte revivir eventos desagradables-continuo después de un rato.
-lo sé,es sólo que...-murmuré y volví a callar.
Sentí su mano en mi mejilla y me dió un escalofrío,le sonreí cuando tome el valor para verlo a los ojos y nos quedamos en silencio un buen rato,hasta que un trueno hiso temblar la casa. Me sobresalte,lo que le pareció gracioso y ayudo a cortar esa atmósfera entre los dos.
-no creo poder decirte algo que no hayan dicho-me dijo sujetando mi mano-algunos creen que el tiempo cura todo,yo no. Pienso que a veces el tiempo sólo agranda las heridas,que somos nosotros quienes debemos curarlas y muchas veces,no podemos hacerlo solos.
Apretó un poco mis dedos, mientras apartaba esas hojas de sus piernas y se quitaba las gafas. Se giró un poco hacia mí,
abriendo esa zona por completo y comprendí la invitación,mas de no ser porque él,me llevo hasta allí,hubiera terminado buscando excusas para apartarme,pues en ese instante me sentía desnuda delante de Tannat. Esa sensación que te da el saber que alguien puede ver a través de tí,no es cómoda,ni siquiera en la intimidad de un cuarto.Pero al fin descanse mi cabeza en su pecho y cerre los ojos,
mientras me sujetaba a su espalda,intentando sólo disfrutar de ese calor confortante y tranquilo que me daban sus brazos. Me gustó el olor de su perfume,sólo podías respirarlo cuando estabas así de cerca,me gustó también la forma de acariciar mi cabello y cuando llevo mi mano hasta su boca para besarla como si temiera romperla.-sé que dijiste que te quedarías hasta las diez,pero ¿podria ser hasta las once?-me pregunto.
-me encantaría-le dije y volví a cerrar los ojos.
