Quince

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Recuerdo que me le quede mirando a la escasa luz que provenía de la calle. En las sombras su cabello blanco se veía frío,como el resplandor sobre una hoja de acero,pero su cuerpo transmitía un calor confortante que espantaba al viento y la lluvia que no daban tregua.

La propuesta bailaba como una hoja en la brisa y yo debía tomarla o dejarla caer a los sucios charcos,mas me quedé en silencio un momento como si en esos escasos segundos,de alguna forma,hubiera podido hacer todas las reflexiones pertinentes para finalmente y casi sin darme cuenta,pronunciar un sólo vocablo:

-sí-dije y nos besamos de nuevo.

Por la mañana resplandecía el sol y yo me sentía algo muy semejante dentro de mí. Como si los paisajes en mi interior,se hubieran limpiado y ordenado. Me sentía en paz e inquieta al mismo tiempo,era algo nuevo y muy diferente a lo que recordaba,pues con ese otro individuo siempre me sentía desasosegada,mas aquello era cosa del pasado.

Ese mensaje de "buenos días" en mi celular me sacaba una sonrisa  y esa primera vez,
después de aceptar su petición,
me sacudió de pies a cabeza con algo que no sabía había perdido y estaba recuperando. Mi cambio de ánimo fue obvio para mi hermano,que estaba en la cocina leyendo unos papeles de su trabajo mientras bebía un té con frutas. Le fue suficiente una pequeña mirada para abarcar todo el asunto.

-¿cuando conoceré a mi cuñado?-me pregunto mientras yo me preparaba una tostada con mantequilla.

-¿ah?

-no te hagas y dime ¿cuando lo conoceré?

Mis mejillas estaban ardiendo e hice lo mejor que se me ocurrió: llenarme la boca con pan con mantequilla para,en un balbuceo indescifrable,intentar decir: "me voy que llegó tarde"

-adios,saluda a mi cuñado-me dijo antes de que,yo de cruzar la puerta.

Como ambos estamos siempre ocupados pocas veces tenemos tiempo para hablar,pero esos escasos momentos son suficientes para intercambiar información. No conversando,
sino de esa forma especial que ocurre entre dos personas que se conocen tanto,que hasta el más mínimo gesto es capaz de comunicar un discurso. Mi hermano sabía que me había estado viendo con alguien que no era una amiga, como yo le decía,pero no diría algo hasta que lo considerara oportuno. Esto me hiso concluir que él,vio algo la noche anterior. Eso fue incómodo,pero no más que eso. Seguramente nos observó desde la ventana de su habitación,al asomarse a ver si era yo quien estaba en la puerta. Suspiré al pensar en el momento en que debería presentarlos,pero era muy pronto para eso.

Al llegar a la escuela,lo encontre en la entrada,pero nuestro saludo fue distante y la razón era bastante sencilla,una relación entre un profesor y una estudiante (porque aún yo era un estudiante) nos traería problemas a ambos,mas a mi me quedaban pocas horas de prácticas y esa tarde,Tannat me dijo que había decidido no seguir dando clases el siguiente semestre.

Durante esa primera semana nos vimos bastante poco,por el trabajo y los estudios,pero tuvimos algunos fugaces encuentros en algún café, terminadas nuestras actividades, mas acordamos vernos el viernes por la tarde que nos quedaba libre a ambos,además a mediados de semana el señor Braun,me llamó para confirmar mi inscripción al concurso. Fue extraño porque no esperaba que él tuviera interés en que yo participará. Bueno me envió a Tannat,pero después de eso crei que se había desentendido del asunto.

Aquella tarde estaba bastante helada,por lo que me puse un abrigo largo y acampanado que me encantaba,pero que había dejado de usar hace mucho,fue mientras caminaba a encontrarme con Tannat, que metí mi mano en el bolsillo y encontre un trozo de papel dañado por el lavado. Lo estendi con cuidado,para no romperlo, y por ir viendo mis manos es que tropecé con alguien. Me disculpe sin mirar y seguí,mas escuche mi nombre en una voz familiar que me hiso voltear.

El corrector de libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora