dieciséis

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El invernadero era un lugar de unos seis por tres metros,con paredes de cristal casi cubiertas por completo con plantas florales entre las que colgaban luces como de Navidad,pero sólo blancas y azules. En el centro del lugar, una mesa con la cena servida. Fue sin duda una agradable sorpresa y algo que me causó varios impactos positivos como desconcertantes. No pude evitar preguntarme si no era demasiado para mi y comparar la situación con algo que pasó hace un tiempo.

Era mi cumpleaños y el que entonces era mi novio tuvo la brillante idea de celebrar la ocasión,pese a que le dije que no lo hiciera unas seis veces. De todos modos organizó la reunión en casa de unos amigos suyos y me pidió ir ahí para encontrarme la sorpresa. Todo hubiera sido muy lindo a no ser porque él,no se presentó. La razón era que estaba cansado,como si eso no fuera lo suficientemente incómodo ya que estaba en casa de unos amigos suyos que yo no conocía,uno de ellos se manda la frase: "¿y si hacemos esto mañana? Es que él,no está y es el importante aquí." Cuando fui hasta su casa lo encontré jugando con unos amigos.

Mi comparación no fue una idea brillante en ese momento,pero esa nota agito demasiadas cosas en mi y no pude evitarlo. Sin embargo,fue un recuerdo fugaz que pronto dió pasó a la sonrisa en respuesta el halago que  Tannat me hiso.

Fue una cena agradable con una ligera charla de sobremesa. Realmente él tenia el don se hacer mis malos ratos desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Entre palabra y palabra mis ojos huían a las plantas que rodeaban el lugar.

-¿te gustan mucho las flores?-me pregunto Tannat mientras me llevaba una taza de té.

Al terminar la cena nos sentamos en una banca acolchonada entre las unas enredaderas.

-si,amo las plantas,pero donde yo vivo son difíciles de cultivar-le respondí al recibir la taza.

-si el clima por allá es algo seco y la tierra arcillosa-comento sentándose a mi lado.

-¿sabes de botánica también?

- a la madre de mis hijos le gustaban mucho cultivar flores,
lo mismo a mi hija mayor-dijo como recordando.

No me atreví a preguntar si ese lugar fue edificado para ellas,
pero no tuve que hacerlo él me contó que había comenzado como un proyecto de biología de su hijo Mojito. El lugar quedó abandonado después de que este se mudará y Tannat lo lleno de plantas para tener un sitio agradable en el cual leer.

-lamento si haber mencionado a mi esposa te incomodó-me dijo después de un rato,durante el que estuvo callada.

-no,no me molesta-dije y no mentí.

-¿en que piensas? Has estado más callada de lo habitual.

Era una buena pregunta.La verdad estaba algo ausente de la situación,pero no pensaba en algo realmente.

-espero que mi hijo no haya sido grosero contigo.

-no,él fue muy amable-le dije viendo la taza entre mis manos.

Cuando lo mire descubrí que él tenía varias interrogantes en esos ojos amatista. Fue cuando recordé esa salida a comer y pregunte si estaba bien o no mantenerlo oculto.

-me alegra saberlo,Merus es un chico... especial-comento y su mirada volvió a la normalidad.

-los padres siempre dicen eso-comente en voz muy baja.

-si es un cliché,supongo,pero Merus si es diferente a sus hermanos y por eso él y yo tenemos una relación extraña-dijo y dejo la taza vacía aún lado -los padres aman a todos sus hijos por igual,pero los tratan de forma diferente,pues todos son distintos,con unos congeniamos más que otros y eso, a veces, genera conflictos.

Me dió la impresión de que aquella declaración se le escapó nada más. Si bien Tannat era abierto a cualquier tema,
respecto a su familia no hablaba más que a grandes rasgos. No quise indagar en esa oportunidad,le tome la mano y nos quedamos hablando de otras cosas hasta muy tarde. Por poco me dormí apoyada en su hombro y es que todo ese ambiente invitaba a descansar.Me quedé allí esa noche,en una habitación aparte claro está y esto respondía a esa barrera que seguía entre los dos. Un límite sostenido por mis reservas y su prudencia,entre otras cosas.

La tarde del sábado salí con mi amiga Luz y Daniela,a está última no la veía hace mucho tiempo. Ahora tenía un bebé de unos meses y había ido hasta mi pueblo a ver a sus padres. Estuvimos conversando en un pequeño café,poniéndonos al corriente de las cosas de la vida y Luz tenía que tocar mi vida amorosa. Ella siempre hace eso, no sé porque. Así Daniela se entero de todo el asunto y bueno ella es...una buena chica que tiende a exacerbar las cosas.

-¡pero si es mucho mayor que tú!-grito y de las mesas vecinas nos miraron-aun que tampoco es un anciano,por tanto aún puede engendrar otra media docena de hijos ¿te estas cuidando?

-no...-respondí mientras me preguntaba porque acepte salir con esas dos.

-¡¿no?! ¿como qué no? ¡¿acaso quieres convertirte en madre de un equipo de fútbol?!

-no,pero eso de las pastillas no se me da bien. El medico me recomendó las inyecciones,por mi diabetes y eso.

-pero dejaste de ponertelas-acotó Luz-creo que deberías retomar ese tratamiento.

-supongo que si -murmure y ambas se me quedaron viendo-¿qué?

-¿aun no..?

-aun no ¿qué?-pregunte.

-tú y él todavía no...-decia Luz, pero la interrumpí-¡ay no te enojes! Sólo era pregunta,ademas  el sexo es muy importante en una pareja y en especial en este caso. Con su edad y una docena de hijos hay que asegurarse de que todavía le funcione...

¿Por qué la tierra no se abría a mis pies? No es que me causará pudor sucedía que hay temas que prefiero tratar sólo conmigo,pero nunca se puede evitar no quedar en vuelta en una de estas charlas.

-se están adelantando demasiado-les dije y sople el mechón de cabello que cayó sobre mi rostro.

-por cierto ¿cuando nos lo vas a presentar? Digo ¿al menos tienes una foto de él?-me pregunto Daniela-aunque me sorprendería que así fuera.

No,no tenía una y es que no acostumbro a tomarme fotos ni a tomar fotos a otros. Es raro,pero en mi familia todos somos así. Ahora que tampoco Tannat me había pedido alguna a mí y también parecía algo reacio a retractarse,en la escuela muchas de sus alumnos le pedían alguna foto,pero con gentileza,él las rechazaba. Eso me recordó algo y me metí a la página del establecimiento y ahí encontre una suya,en su ficha.

-se conserva bastante bien,con gusto mezclo mi genética con la suya -comento Luz.

Me quedé escuchando sus comentarios con cara de:  "tragame tierra" y a la vez reflexionando sobre sus palabras. Daniela parecía hablarme como si lo hiciera del hombre de mi vida,pero Tannat estaba lejos de ser tal cosa. No me proyectaba con él a largo plazo. Era más como lo dicho por Luz,simplemente estábamos disfrutando de la compañía del otro,sin embargo, habíamos dado un paso más allá,aunque este tampoco nos hiso avanzar realmente. Era relación complicada o más bien estancada.

Pensaba en todo eso cuando Daniela puso su mano sobre mi muñeca. Fue un agarre pesado y firme,como cuando alguien quiere contenerte. La mire y ella veía fijo al frente así que seguí la trayectoria de sus ojos y me encontré con él.

Hace más de tres años que no lo veía y aunque estaba muy diferente a como lo recordaba,lo reconocí de inmediato. Un escalofrío bajo por mi espalda y las manos me temblaron,el aliento se me metió muy dentro, como si hubiera hecho una inhalación profunda,salio después muy lentamente. Siempre pensé que al volver a verlo le tendría miedo,me equivoqué,le tenía una rabia profunda y lo que experimenté fue un resentimiento acabado de despertar. Me miraba y yo deseaba poder arrancarle los ojos,al punto que me puse de pie casi de forma inconsciente y si se atrevía a acercarse...no estaba segura de que haría si se atrevía a acercarse. Para colmo,como si el universo hubiera conspirado para poner las cosas difíciles,
Merus entró al café en compañía de un hombre joven,que supuse era uno de sus hermanos.

El corrector de libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora