Fue una comida silenciosa en que viaja música italiana,trataba de hacer todo más agradable y por momentos lo lograba,dando un aire cálido y hogareño. Tengo que decir que Tannat cocinaba bastante bien,pero yo soy algo quisquillosa con las verduras cocidas y casi siempre las dejo en el plato,aunque en ese momento dudaba si hacerlo o no,pues no quería hacer un desaire a mi anfitrión.-¿no le gusta la comida,señorita Belén?-me pregunto Merus,con un tono casi insicivo y los ojos fijos en mi plato.
-esta delicioso-le digo con una sonrisa nerviosa al observar que, inconscientemente,aparte las verduras.
-esta bien si deja algo en el plato, ninguno...
-pero se ve que te esforzaste mucho en agradarla,padre-lo interrumpió el muchacho.
Se miraron de reojo,me pareció que discutían en silencio y fue incómodo. Estaba apunto de decir algo,sólo para cortar la tensión cuando un trueno hizo al cielo crujir haciendome dar un pequeño brinco en mi silla. Nunca me han gustado los truenos y me sentí un poco avergonzada por la situación,
pero al menos mi susto les saco una sonrisa a ambos y la comida continuó su curso de forma algo más relajada.Al terminar,Merus se retiró al segundo piso y yo me quedé viendo el cielo desde la sala,que tenía un amplio ventanal. Puede que no me gusten los truenos,
pero ver los relámpagos me fascina y ocasionalmente lograba apreciar alguno,en la distancia. No llovía y la radio hablaba de los estragos de la tormenta eléctrica,un fenómeno nada usual en esta región del país. Mire el reloj de la pared y ví que eran casi las nueve de la noche, por lo que anuncie mi retorno a casa a mi anfitrión,mas en ese momento el suministro eléctrico se vio interrumpido.-creo que este apagón a afectado a toda la zona -comento Tannat, después de mirar por la ventana.
No se veía una sola luz en el horizonte,lo que hacía a los relámpagos brillar aún más.
-en vista de las circunstancias,
creo,debería quedarse aquí está noche-me dijo mientras iba hacia un estante del cual tomo una linterna.-no hace falta,puedo llamar un taxi y...
-voy a insistir-me advirtió y lo hizo acompañado de argumentos difíciles de refutar.
Al fin termine por aceptar,pues ya una vez había tenido una mala experiencia en un taxi,
durante un apagón y no tenía intenciones de pasar por eso otra vez. Ahora que cuando llamé a mi hermano,le dije que estaba en casa de una amiga y no con un compañero de trabajo que además era mi corrector de libros. Fue mientras hablaba con Max,mi hermano,que caí en cuenta de que mi vida estaba girando en torno a Tannat de una forma muy peculiar.-arriba hay una habitación desocupada en la que puede descansar.
-gracias,pero si no le importa,me gustaría quedarme aquí un momento-le respondí sentandome en el sofá.
-siéntase en su casa-me dijo- ¿le molesta si le hago compañía? Es que aún es temprano para mí, suelo dormirme tarde.
Se sentó a mi lado y comenzó a hablarme de que solía quedarse leyendo,asi comenzó a hablarme de su libro. Según me dijo,lo escribió justo después de dejar el seminario.
-¿por qué lo abandonó? Parecía ser su vocación-le dije en base a lo que me contó.
-me enamoré-respondió sonriendo-vera,el patio trasero del lugar daba a una casa antigua de tres pisos y allí,en uno de los balcones,ella solía asomarse a tomar el sol de la mañana.Era un poco mayor que yo y tan bella como la luz del alba. Su nombre era Aura-agrego y con la escasa luz que había en aquella sala, logre ver un poco de nostalgia en su semblante.
-lo lamento,no quería que recordara...
-esta bien-me interrumpió-hace mucho que ella dejó este mundo y el dolor ha sido mitigado con los años, además ningún amor es eterno. Todo lo que nace está destinado a morir y el amor no es la excepción.
-si,tiene razón-dije un poco cortante provocando un largo silencioso entre los dos.
-es una pena que siendo tan joven,haya tenido una mala experiencia en el amor-me dijo y giró su cuerpo hacia mí.
Supongo que mi comentario y actitud fueron los que le hicieron saber eso. Guarde silencio,pues no tenía ganas de hablar de aquella historia que por tanto tiempo,luche,por dejar atrás; mas todo lo que había conseguido era dejarla a mis espaldas y cargarla como una mochila pesada que entorpecía mí andar. Era tan poderosa su influencia que incluso con tres simples palabras,mis fisuras, quedaban al descubierto.
Me encontré con sus ojos,en la oscuridad,eran unas pupilas muy claras e impenetrables,pero caprichosamente visibles por la luz natural que bañaba su rostro de edad indefinible.
-pero no es bueno cerrarse a las oportunidades que la vida brinda-dijo y su mano se posó en mi pierna con una suavidad tal, que por un momento no estuve segura si me estaba tocando o si sus dedos flotaban sobre mí.
-yo no me he cerrado a nada-le dije sin quitar mis ojos de esa mano-es sólo que la oportunidad no se a presentado.
Sabía a donde iba y no quería escapar,sin embargo,mi mente se vio distraída por la extrañeza que me causó su proximidad. Esa pared que mantenían a todos lejos de él,subitamente,habia desaparecido dejándome al filo de un abismo vertiginoso. No hay algo que arruine más a una persona,a un momento y a casi cualquier cosa;que hacer una comparación y,en ese instante,yo hice demasiadas,pero lejos de arruinar la situación la ensalzaban generosamente.
Estaba desbesada,desabrazada y pude crear muchos más términos para definir el abismo,en que me sumergí para caer en el celibato estricto, impuesto por mi temor. Cuando mi faz fue acariciada por su respiración,cerré los ojos y aguarde a que sencillamente llegará a la puerta blindada de mi boca. No tardó en hacerlo,tan tenue como una hoja bailando en el viento y estremecedor como un golpe de frío. Un beso,un simple beso que puede significar tantas cosas,a mi llegó con un sólo nombre: oportunidad.
Su mano tras mi cabeza me aproximó a él,sin esa cuota de ansiedad,tan común en los anteriores a su persona,que dejarse conducir era inevitable y al fin sólo se ejecuto la acción al abrigo de la noche que escondía rostros dejando sólo dos seres desprovistos de los tan odiosos: ¿por qué?
Cuando ese beso,que era la antesala de la tácita propuesta término,Tannat tomo mi mano, se levantó e intentó llevarme al siguiente lugar,pero entonces mis impetus flaquearon y algo avergonzada le dije:
-No...Lo siento,pero no.