Cambiando mi destino

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-Nos volvemos a encontrar, Génesis- Si pretendía que me muriera de vergüenza, no lo conseguiría.

-Emmanuel Lazcano- dije fríamente.

Me extendió su mano y yo la estreché, fuertemente sin apartar mi mirada de sus ojos.

Sentía los flashes de las cámaras, así que en todo momento tendría una sonrisa, que ni siquiera él, pudiera borrármela.

-Felicidades- dijo entregándome mi título.

Por fin lo tenía.

Lo tome sin pensarlo.

-Gracias.

Ambos posamos para la cámara.

Compraría esa foto solo para recorta la parte de su cara y le lanzaría dardos.

Baje del estrado y me senté en mi lugar señalado.

Solo quería que esto terminara, lo más pronto posible.

Termino de entregar los títulos y era el turno de entregar reconocimientos a los de mejor aprovechamiento escolar.

Edith, consiguió el segundo lugar  y yo el primer lugar, lo cual nos daba demasiado orgullo.

Otra vez, obtuve un felicidades demasiado seco de su parte.

Un hielo, tenía más sentimientos que Emmanuel Lazcano.

Cuando todo termino, mis pies agradecían que la tortura haya terminado.

Mi tía me abrazó.

-Lo lograste, mi niña- Dijo besándome en una de mis mejillas.

Lo había logrado.

Por fin era una diseñadora y me sentía un ganadora.

Mi tía y yo nos separamos del emotivo abrazo.

Ella tenía los ojos rojos de llorar.

Algunos maestros se acercaron a felicitarme y mi tía no dejaba de dedicarme miradas de lo orgullosa que se encontraba de mí.

Mi tía decidió ir al baño.

El director me saludó y a un lado se encontraba Emmanuel Lazcano.

-Muchas felicidades- me felicito el director.

-Muchas gracias, director- dije con una sonrisa.

-Señor Lazcano, ella es la estudiante de quien le hablaba es una de las mejores- dijo el director.

-Por algo, obtuvo el mejor promedio- dijo el idiota.

-Por mi dedicación y mi pasión- hice una pausa mirándolo fijamente- Aunque tuve un obstáculo, perdí mi beca y me llevo a conocer a un ogro- y él me miro con cierta molestia.

-Y usted es una mujer muy obstinada- objetó él pero sin perder la cordura.

El director lucia confundido.

-¿Ustedes se conocen?- preguntó.

-Lamentablemente- dijimos ambos al mismo tiempo.