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Miraba la ventana de mi habitación, siendo sincera no me encontraba de buen humor, me sentía desesperada de no saber que hacer y sobre todo no entendía a ese robot.

Un día era la persona más dulce y al día siguiente se vuelve tan frío.

¿Acaso esto era normal?

Yo solo quiero una relación en dónde no me tenga que preocupar por los cambios de humor de mi novio, quiero algo estable y alguien con quién pueda seguir creciendo en cada aspecto de mi vida.

Pensaba que esa persona era Emmanuel pero en estos momentos la respuesta estaba cambiando, al igual que mis sentimientos porque lo que necesito es solo una cosa y nuestra relación no lo estaba reflejando.

Mire las estrellas y la gran luna, tome el coraje necesario y me arme de valor para escribirle un mensaje.

Necesitaba verlo y poner en orden nuestra relación y saber exactamente qué es lo que él quería.

Quería saber que esperaba de nosotros...

Si respuesta no tardó en llegar, simplemente escribió el lugar y la hora.

Trate de dormir y no pensar en lo que terminaría todo esto.

¿Qué pasaría con mi relación?

Eso es lo que realmente me cuestionaba y al mismo tiempo se volvía una preocupación porque yo realmente sentía cosas por ese ogro - robot.

Pero los sentimientos cambian, no todo dura para siempre, lo que pensaba que sería duradero tal ves se estaba rompiendo en mil pedazos.

Todo se definiría mañana...

Al día siguiente llegue puntualmente al lugar donde me había escrito.

Una simple cafetería, el todavía no llegaba y yo me encontraba más nerviosa de lo habitual, solo quería que este día ya terminará.

-Genesis.

Levanté mi vista hacia él, se veia igual que siempre pero sabía perfectamente que él también había pasado una mala noche, las pequeñas bolsas debajo de sus ojos lo delataban.

-Hola- dije tímidamente.

El me sonrió.

Tal vez...

No lo sé, en estos momentos me gustaría tener el poder de leer la mente para saber exactamente lo que pensaba este hombre, me confundía demasiado y yo ya no sabía que pensar.

Se sentó, tomo uno de los menús que se encontraban en la mesa.

Mi corazón latia a una velocidad que desconocía.

-¿Ordenaste algo?- preguntó.

Negué con mi cabeza.

-No, de hecho te estaba esperando- Admití.

El asintió.

Le hizo una señal al mesero.

Pidió nuestras bebidas y mi postre favorito.

El mesero se fue, dejándonos solos y realmente el ambiente se sentía de alguna manera un poco incómodo.

-Creo que deberíamos de hablar de lo que está pasando... Entre nosotros- dije.

-¿De que quieres hablar exactamente?- preguntó.

-De nosotros, no sé que es lo que está pasando pero es que realmente no te entiendo... Un día eres atento, maravilloso y al día siguiente te vuelves todo lo contrario- Señale sin pelos en la lengua.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2022 ⏰

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