-Entonces, ¿cuando surgieron sus sentimientos?- preguntó Sherezade.
Emmanuel me miro unos segundos y luego se giró hacia mis amigas.
-Fue amor a primera vista, no creía en eso- dijo con una sonrisa y continuó- jamás había conocido a una mujer como ella, decidida y que fue hasta mi oficina a exigirme que le regresaran su beca.
Realmente era un buen actor.
Edith sonrió.
-Qué lindo- dijo mi amiga.
Sherezade asintió y luego me miro a mí.
-¿Y tú? Porque solamente decías que odiabas al señor Lazcano, simplemente salías esas palabras de tu boca- Señaló mi amiga.
Ahora era mi turno.
-No lo recuerdo- admití- Al trabajar con Emmanuel, pensaba que sería una pesadilla y lo odiaba, pero poco a poco cambio ese sentimiento y se volvió amor.
-Awww- se escuchó de Edith.
-¿Cuáles son tus intenciones con mi amiga?- preguntó Sherezade.
-Son buenas, jamás lastimaría a Génesis- admitió- Quiero a su amiga y por eso le pedí que se casara conmigo- dijo tomando mi mano, sin pedir permiso se la llevo a sus labios y deposito un beso.
-Muy bien- dijo Sherezade- Debo advertírtelo, Génesis no está sola- hizo una pausa- Si la lastimas te las verás con nosotras- le advirtió.
-No la lastimaré, lo juro- dijo Emmanuel.
-No creo en las promesas, prefiero los hechos- señaló Sherezade.
-Creo que deberíamos de comer- propuso Edith, con una radiante sonrisa.
-Deberíamos de comer rápido, no quiero que tú hermano me regañe- dijo Sherezade.
-Tranquila, Iván me ayudará con esas arpias- dijo Edith.
Edith tenía dos hermanastras, Celine y Ana.
Celine es bastante cercana a Edith y a Iván pero Ana era muy cruel.
Pero Edith la ignoraba junto con su madre, Adriana.
Abrí la caja de pizza y empezamos a cenar, me sentía bastante cómoda junto con mis mejores amigas y al lado de la persona que una vez odié.
Además de que estuviera comiendo un pedazo de pizza.
Emmanuel Lazcano cada día me sorprendía más y me mostraba a alguien más real.
La noche transcurrió bastante normal.
-Creo que ya es hora de que me vaya- dijo Emmanuel.
Iba a levantar mi plato cuando la mano de Emmanuel me lo quito.
-Te ayudaré- pidió.
Asentí.
-Gracias- le sonreí.
-Son tan tiernos- dijo Edith.
Una fuerte corriente recorrió mi cuerpo, estaba segura que mis mejillas estaban más rojas de lo normal.
Emmanuel me ayudo a limpiar los platos, tenía una sensación de que nos estábamos involucrando ambos en nuestras respectivas vidas.

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Cambiando mi destino
RomanceCreemos que podemos planear todo pero el destino es quien hace de las suyas y nos lleva a donde nunca pensamos llegar. De hecho, a veces la vida te hunde en un pozo y luego te eleva hasta las nubes. Pero eso me hizo ser quien soy ahora. Debemos cree...