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Me encontraba dibujando en mi escritorio de la universidad.

Amaba dibujar y más si eran bocetos de mis diseños, solía imaginármelos en una enorme pasarela.

Algún día.

-Aquí estas- levante mi mirada y me encontré con Edith, la cual comía unas Sabritas y lucia cansada como si hubiera corrido un maratón.

-Solo estaba diseñando, ¿Crees que son buenos?- pregunté algo insegura, recordando las palabras de ese idiota.

Edith se acercó a mi escritorio y miro mi dibujo.

-La verdad es que... son hermosos y no dudes del talento que tienes, eres asombrosa y ese tal Lazcano se tragará sus propias palabras- Dijo mi amiga con una sonrisa que reflejaba, sinceridad.

Asentí.

-Gracias, ya sabes que soy muy perfeccionista con mis diseños- Admití.

-Eso lo sé, te conozco como la palma de mi mano y eso es algo bueno porque no te conformas con poco y eso es algo que admiro de ti- Dijo tomando asiento al lado mío.

-Y yo admiro, lo fuerte que eres y los zapatos que dibujas- Admití.

-Algún día, haremos nuestra propia empresa y será increíble- Edith y yo planeábamos abrir nuestra propia empresa de moda- Por cierto, ya sabes ¿Quien nos entregará nuestro título?- preguntó mi mejor amiga.

Negué con mi cabeza.

-Al parecer,  no te puedes escapar de Emmanuel Lazcano- puse mis ojos en blanco.

-Debo de admitir que es bueno en su trabajo pero él como persona, es un idiota y me da igual que me entregue mi título- Admití.

-Solo espero que no hagas algo impulsivo- señalo mi amiga con un dedo.

-No, te preocupes me contendré pero si me dice algo, no respondo de lo que me lengua dirá.

Ella suspiró.

-Es hora de irnos o llegaremos tarde a nuestros trabajos- Suspiró mi amiga.

-¿Conseguiste un nuevo empleo?- pregunté curiosa.

Ella asintió.

-En si me encargo de la limpieza en la agencia Ávila- dijo con una sonrisa- Espero, trabajar en el departamento de moda, algún día- admitió.

-Es la competencia de los Lazcano y lo que me encanta de los Avila son los vestidos y trajes de baño- admití.

-Cuando reciba mi título, les mostraré mis diseños de zapatos y solo espero que me den una oportunidad- admitió mi amiga con una mirada soñadora.

Esperaba que los Avila se enamoraran de los diseños de Edith, ella realmente se merecía una oportunidad.

-Lo conseguirás, ya sabes que si te propones algo, lucha hasta que lo obtengas.

Ella asintió, un poco más animada.

-Ahora, hay que irnos y no olvides que iremos a comprar nuestros vestidos de graduación- dijo jalándome hacia la puerta.

-Deja tomo mis cosas- guarde mi boceto en mi carpeta y lo guardé en mi bolsa- Vámonos, antes de que se haga más tarde- Ella asintió complacida.

Cambiando mi destino  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora