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Me concentre en mi trabajo y deje mis preocupaciones afuera.

Me gustaba preparar postres, también algunas bebidas.

Sobre todo el café.

Mi jornada termino.

-Es hora de irnos- exclamo Elena

Elena me llevaba siempre de regreso a mi casa ya que vivíamos relativamente cerca.

Victoria se encontraba hablando con su novio, el cual era un muy lindo alemán y por lo que se podía ver a simple vista es que estaban muy enamorados.

-Hacen línea pareja- admití.

-Tori se lo merece y me alegro que haya conocido a Klaus- dijo Elena.

Nos acercamos hacia la feliz pareja.

Tori al vernos le susurró algo a su novio, él asintió y me sonrió.

-Así que tú eres la famosa, Génesis- dijo el novio de Tori.

-No sabía que era tan famosa, soy Génesis y tú debes de ser, Klaus- el asintió.

-Es un gusto conocerte- dijo dándome un abrazo.

Al separarnos.

-Eso es un agradecimiento por el hermoso vestido que le diste a mi hermosa novia- la mencionada se sonrojó.

-Mira lo que causas, haces que me sonroje- se quejo Tori.

-Es tú karma, hermanita- se burló Elena.

-Entonces el vestido fue un éxito- dije con cierta emoción.

-Lo fue, tanto que en Alemania me pidieron tu número, lo que significa que ya tienes varias personas interesadas en tus diseños- me guiño un ojo Tori.

-Muy bien, es hora de irnos- gritó Elena desde su auto.

-¿A qué horas se subió?- preguntó Tori.

Mi lugar en el auto fue de copiloto, ya que no quería ser un mal tercio.

Durante el trayecto, Tori y Klaus contaron su inusual historia de amor.

-Yo creí que era gay- admitió Tori.

-Solo porque abrace a mi hermano, lo divertido fue tu reacción cuando te enteraste que éramos hermanos- Se burló su novio.

-No me lo recuerdes, fue de las cosas más vergonzosas que he experimentado en mi vida.

No cabía duda que eran almas gemelas, tal vez si existía el hilo rojo del destino.

Porque Victoria y Klaus eran prueba de ello, eran el completo del uno para el otro.

-Encontrarás a tu otra mitad cuando menos te lo imagines- dijo Elena.

-No lo creo, me gusta estar soltera- admití.

Elena y Tori se rieron.

-Yo solía decir eso y sabes que ocurrió- Tori señaló a su novio- llegó un sexy alemán a mi vida y todo mi mundo lo puso patas arriba, pero me alegro que lo haya hecho- admitió mi amiga.

-No puedes escapar del amor, yo no quería reconocer que me gustaba, Victoria- hablo Klaus- Hasta que empecé a sentir los famosos celos, muchas veces quería alejarla de mi vida pero no podía y no quería, ella trajo alegría a mi vida- Tori deposito un beso en su frente.

-Tal vez algún día me ocurra, ese milagro- dije con una sonrisa.

-Te ocurrirá y lo sabrás reconocer- dijo Elena.

Cambiando mi destino  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora