Capitulo 41

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María

Después de lo sucedido en la cafetería, me disculpe con Jacobo y fui a buscar a Valentina que se había ido minutos después, en busca de Juliana seguramente.

Fui primero a nuestra sala de clases, vacías. Luego me dirigí a los baños, estaban un poco más lejos, baje las escaleras y camine por el pasillo que daba a los baños, en eso veo que la puerta se abre, era Juliana, con la cabeza un poco agachada pero igual pude ver sus ojos rojos y sus mejillas húmedas, pasó rápido por mi lado, me quedé mirándola unos segundos y luego volví en dirección al baño. Abrí la puerta y entre, revise los cubículos y la encontré en el penúltimo de ellos, estaba sentada en el suelo con el rostro enterrado en sus piernas y las abrazaba, podía oír sus sollozos, me puso en cuclillas para estar a su altura, toque su cabello suavemente.

-Valentina...—levantó su cabeza y me miró, estaba igual que como había visto a Juliana, volvió a sollozar y me abrazo con fuerza, acaricie su espalda —. Ya, tranquila —trataba de calmarla un poco, me costó hacerlo, pero poco a poco había logrado que estuviera más relajada, se separó de mi lentamente y me senté para estar frente a ella —. ¿Qué sucedió, Valen? ¿Por fue Juliana estaba así al salir?

—¿La viste? —preguntó preocupada, yo asentí —. ¿Co-cómo se veía?

—Mal, bastante mal —conteste —Como tú lo estas ahora —sus ojos se volvieron a humedecer —. ¿Puedes explicarme lo que pasó? ¿Por qué le dijiste esas cosas a Juliana? ¿Ya no la amas? —ella negó —¿Entonces? —acaricie su mejilla, tomó un poco de aire.

—Tenía que hacerlo —me dijo, aun estaba confundida —Si no lo hacía Gastón le haría daño. Él me llamó ese día que nos vio a Juls y a mí en el parque y me amenazó, me dijo que si no terminaba con ella le haría daño, mucho daño. Yo conozco a Gastón y se lo que es capaz de hacer —algunas lágrimas bajaron por su mejilla.

—Ese maldito de Gastón —dije enojada —. Entiendo que la querías proteger, Valen, pero la terminaste, la heriste —me miraba —Debiste contarle las amenzasas de Gastón y no terminar con ella de esa manera tan dura.

—Si le decía seria peor. La conozco y buscaría a Gastón para enfrentarlo y si lo hubiese hecho... Ella no tiene oportunidad con él, es mas fuerte y la puede lastimar y yo me muero si le pasa algo.

—Lo sé, Valen —le dije, seque sus lágrimas —Pero te sigo diciendo que actuaste mal. Si es verdad que Juliana es algo impulsiva cuando se trata de Gastón al defender a quien ama, pero un golpe se puede sanar, por que es algo físico, tu la heriste ahí —señale su corazón —Justo ahí y eso no se sana fácilmente —me miró haciendo un puchero.

—Se que lo que hice estuvo mal, pero ya esta hecho. Es mejor así —dijo Valen y se levantó, justo en ese momento el timbre para ir a las últimas horas de clases sonó, nos dirigimos al lavamanos, se lavo la cara bien, le pasé un poco de papel para que se secara.

—¿No harás nada para recuperarla? —le pregunté, ella me miró, vi en sus ojos que lo único que quería era ir a correr donde Juliana, decirle todo y que la perdone, pero también había miedo, mucho miedo. Negó.

—Puede que creas que sea una cobarde, pero prefiero mantener lejos a Juls de mi.

—¿Tú podrás estar lejos de ella?

—Lo intentaré —contestó.

—¿Y si conoce a alguien más? —vi que se tenso y trago con dificultad.

_Sería alguien más valiente que yo... Y me dolería —contestó —Pero si la hace feliz yo...yo seria feliz.

—¿Segura?

Ese Amor [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora