Ese Amor [Terminada]

Capitulo 7

Maratón 3/4

Juliana

Me levante temprano, tome desayuno y al terminar fui a mi habitación para ordenar, la mire, si, era un desastre, comencé por la ropa, guarde la limpia y la sucia la deje aun lado, luego me puse a barrer, hice la cama, tomé la ropa sucia y baje con ella, llegué hasta un cuarto donde estaba la lavadora y la secadora, deje la ropa dentro de una canasta, no era mucha, como ya había terminado mi habitación, ya no tenía más nada que hacer.

-¿A que hora viene Valentina? —preguntó mi mamá que pelaba unas papas.

—Viene en la tarde —conteste.

—¿No la invitaste almorzar? —me preguntó, yo negué —Por dios, Juli, para la próxima vez que venga la invitas, ¿bueno? —yo asentí.

Fui a la sala, mi hermano estaba ahí, pero estaba mirando su tablet, encendí el televisor y busque algo que ver.

*      *      *

Ya estábamos en la mesa comiendo, papá fritas y pollo asado, sobre la mesa había ají, ketchup, mostaza, mayonesa, el pollo lo había hecho mi abue, estaba muy rico, bueno, todo lo que ella y mamá hacen les queda delicioso.

Ayude a lavar los platos, para que ellas descansarán, en eso oí el timbre de la puerta.

—Yo voy —dijo mi mamá, seguí en lo mío, ya tenía todo lavado y ahora solo faltaba secarlo, tome un paño y comencé por los platos —. Juli —me llamo mi mamá mientras guardaba los platos secos.

—¿Que sucede mamá? —le pregunté, me gire y la vi al lado de mi mamá.

—Ya llego Valentina.

—Me doy cuenta —le dije al verla a lado de ella y sonreír —. Terminó aquí y voy.

—Esta bien —dijo mi mamá —. Ven Valen, te presentaré a los demás mientras Juli termina.

—Bueno —dijo ella, las oi irse, yo seguí secando, no me quedaba mucho, continue con los vasos y por último los cubiertos. Me seque bien las manos, salí de la cocina y fui hasta la sala, ahí estaba al lado de Matías, le estaba enseñando algo en su tablet.

—Ya termine —dije, todos me miraron. —¿Vamos? —pregunté mirando a Valentina.

—Claro —contestó ella, se levantó, traía un bolso, se acercó a mí, subimos las escaleras, note que era una persona muy curiosa, ya que veía las fotos que teníamos en la pared al subir las escaleras, eran mía y de mi hermano cuando éramos pequeños. Entramos a mi habitación.

—¿Está bien que trabajemos aquí? —pregunté.

—Está perfecto —contestó, se acercó a mí cama dejó su bolso y luego ella se sentó en la punta de la cama, me miró y me sonrió.

—Tengo un libro que podría ayudarnos —dije, me acerque a mi pequeño estante y tomé un libro grande que en la portada tenía unos gerogricos, y figuras egipcias, me acerque y me senté a su lado —Tiene mucha información —lo tomó y comenzó a ojearlo.

—Eso veo —me dijo, me miró y sonrió —Entonces comencemos —tomó su bolso y sacó unas hojas, lo que teníamos que hacer era una carpeta con información, fotografías, etc.