— Ay, hija mía. —susurra con los ojos llorosos.— Mi amor.
Confundida me alejo cuando intenta abrazarme. Agustín solo me mira y se encoge de hombros antes de dar media vuelta y subir dejándome sola.
¿Cómo va a dejarme sola con mi querida madre?
Para empezar, desearía saber qué hace aquí.
— ¿Qué haces? —musito alejándome lo suficiente.— ¿Vienes a reclamarme? Que yo sepa, no he hecho nada malo.
— Tengo tantas cosas que decirte.
Mi mirada se torna confusa cuando comienza a llorar. Y aunque mi instinto me dice que me quede en mi lugar, no puedo.
Aún tengo que trabajar en mi fuerza de voluntad.
Me acerco abrazándola y ella comienza a pedir perdón una y otra vez. Esto no pinta bien.
Quiero entender la razón por la cual hace esto. ¿No debería estar en México cuidando de su nieto ahora mismo?
— Lo perdí todo. —susurra.— Todo, Karol.
— ¿Todo de qué? Ay, mamá. Perdóname que te diga esto, pero si te peleaste con tu pocos huevos y planeas regresar con él mañana mismo, pierdes tu tiempo aquí.
— No, hija. Perdóname.
— ¿Perdonarte por qué? ¿Por haberme hecho de menos? ¿O por dejar de confiar en mí?
Ella suspira. Baja la mirada totalmente avergonzada y en medio de un susurro, dice;
— Amiel me ha quitado todo, dinero, casa, todo.
— ¿Qué?
— Yo no sé en qué momento me dejé llevar tanto. —solloza.— Es que no puedo, me siento tan mal. Y yo en serio sé que no merezco que me recibas aquí pero...
— Mamá, cálmate. —musito ayudándola a llegar al sillón.— Nada de eso, eres mi madre y siempre vas a tener cabida en mi casa.
— Perdóname, Karol. En serio perdón.
— No pienses en eso ahora, explícame cómo terminaste aquí.
Ella asiente, yo sirvo un vaso con agua y me siento a su lado escuchando todo lo que tiene por decir.
Resulta que el pocos huevos siempre estuvo engañándola, que todo fue un plan sucio con su hijastra quien por cierto ahora tiene un hijo de él.
Ahora resulta, que Agathe y Amiel han sido pareja desde hace mucho, y lo único que planeaban era quitarle a mi madre todo lo que tenía. Ese bebé es de Amiel.
Agathe no es madre soltera después de todo.
Es que podrá explicármelo mil veces, y yo voy a seguir sin entender cómo pueden ser tan sucios y deplorables.
Me parece que ninguno sabe lo que es tener pudor.
Son tan ignorantes los hijos de su santísima madre. Acabaron con todo lo que mi madre ha hecho en años de trabajo y esmero.
Aunque parte de la culpa también sea suya por confiar en la primera estupidez que le ofrecen. Y todo por su desesperación para no quedarse sola.
— Es que me siento tan mal. —susurra cuando termina con su relato.— No puedo con tanto, no sé qué voy a hacer ahora.
— Llamaré a papá. —aviso.— Él y Ben seguramente encontrarán una solución.
— No. —pide deteniéndome.— Es que no sé qué voy a decir.
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Mexican Girl
RomanceAhora que Karol está sola, deberá aprender por cuenta propia lo que significa el amor propio. Segunda temporada de Italian Boy.