Italia, que bueno era venir a este lugar. El positivismo había vuelto a mí después de todo.
Mi escaso tiempo en Argentina había servido para pelear con mamá y reprocharnos cosas estúpidas mutuamente. Eso por supuesto no fue bueno.
Y ahora estoy feliz de haber escapado de todo y todos. Creo que llenarme la cabeza de peleas con Ruggero es más sano.
Según mi tonto subconsciente, obviamente.
Todo lo que veo a mi alcance es sensacional.
Estamos en un camino campirezco, Bruno conduce y Leonardo me explica cómo son las cosas con Ruggero ahora.
Asiento escuchando todo. Acepto lo que sea que suceda.
Si vine aquí, aparte de distraer mi mente, es porque quiero ayudar a Ruggero así que estoy dispuesta a todo.
El auto se detiene cuando llegamos a un pequeño conjunto de unas cuatro casas aproximadamente. Y mientras me bajo, Leonardo me explica un poco.
Todo eso le pertenece a su abuelo, y ellos están usando una de las casas para poder adaptarla a Ruggero y su nuevo estilo de vida.
— Cuando hables con él, no te sientas mal. Está insoportable con todos. —dice Leo. Asiento.— Iré a dejar tus maletas en la habitación, pero papá te dirá en dónde está mi hermano.
— Okey.
— Sígueme, Karol. —murmura el mayor.— Ahora mismo, debe estar listo para el cambio de vendaje.
— Perfecto, me gustaría verlo.
Este asiente y me conduce por un pasillo que nos lleva hacia una única puerta. Era de suponerse que la habitación de Ruggero iba a estar alejada de todo lo que pueda lastimarlo.
Apenas entro a la habitación veo un gran ventanal que conduce hacia un magnífico jardín. Y a un lado, está Ruggero sentado en la cama con Antonella a su lado.
— Linda. —musita al verme.— Hijo, tienes una magnífica visita.
— ¿Eres tú, Cande? —mierda.— ¿Amor?
— No, Ruggero. Soy Karol.
No obtengo respuesta de su parte por lo que solo paso mi peso de un pie a otro. Esto es incómodo.
Y las miradas que sus padres me dedican lo comprueban.
Comienzo a arrepentirme de venir.
— ¿Quieres ayudarme con esto? —dice la mayor y centro mi atención en ella.— Así te distraes mientras hablan.
— Claro, ¿Qué tengo que hacer?
Ella explica lo que tengo que hacer y cómo limpiar el área de sus ojos sin provocar nada de dolor o algo por el estilo. Luego me indica cómo debo aplicarle de nuevo el vendaje y tras darme un fuerte apretón en la mano se marcha con su esposo cerrando la puerta a sus espaldas.
Tomo la silla más cercana y la ubico frente a Ruggero poniéndome frente a él. Hoy vuelvo a verlo después de meses.
Y juro que el cosquilleo que siento en las puntas de mis dedos no es normal. Nunca antes me había sentido así.
— Supe que tu novia es modelo. —digo rompiendo el silencio mientras retiro con cuidado los parches.— Es muy bonita. Aunque bueno, ya la conocía.
— ¿Qué haces aquí? Te pedí que no vinieras.
— Tal vez. Pero yo tengo una deuda que pagar. —explico y acerco el algodón retirando con cuidado las lagañas.— Además, me prometí que jamás te dejaría solo.
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Mexican Girl
RomanceAhora que Karol está sola, deberá aprender por cuenta propia lo que significa el amor propio. Segunda temporada de Italian Boy.