D I E C I O C H O

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Su cuerpo pegó una sacudida en medio de la noche

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Su cuerpo pegó una sacudida en medio de la noche. Abriendo los ojos aterrado, localizó a su mellizo y lo encontró enredando su pierna en la manta que usaba para cubrirse. Un poco más lejos de este, estaba Hae Chan tapado hasta la cabeza, durmiendo como un bebé. Con la misma velocidad e intención trató de encontrarse con el mayor, pero no estaba allí. Ten había abandonado el cuarto, o peor quizás alguna fuerza mayor hizo que se marchara.

Con el corazón en la boca no tuvo otra que levantarse y buscarlo por afuera. Sabía que el otro no podía usar su voz para pedir ayuda, y eso era terrible. Caminó por sobre los restos de estructuras que se interponían en su búsqueda, sin destino fijo o seguro, pensó en el gran campo que había detrás del templo. No tardó demasiado en llegar, había también como figura principal de ese terreno una fuente.

Podría jurar que cuando llegaron al lugar, aquella estructura de piedra que simulaba un dragón escupiendo aguano estaba funcionando.

-¿Ten? ¡Ten!- Tae Yong gritó luego de haber visualizado forzosamente una figura junto a la fuente. Se acercó hasta el individuo y tocó su hombro para hacer que volviera a la realidad. Éste estaba perdido mirando a la luna que se mostraba en su totalidad gracias a la poca y nula nubosidad de la noche.

-Hey, estaba hablándote. Me asusté al no verte en tu cama, ¡¿qué no tienes frío aquí fuera hombre?! Olvídalo, sé que no me responderás como lo imagino. Vamos a dentro ¿si?

El onmyôji le dedicó una mirada enojada, se cruzó de brazos y estiró sus labios en forma de trompa. Negó con la cabeza sintiéndose ofendido porque Taeyong le había dicho inútil con otras palabras.

-¿Qué quieres que te responda Taeyong? Así como hablo con mi hermano, ¿deseas tú también escuchar mi voz dentro de tu cabezota? Eres lindo.

El oficial tragó saliva, incluso parecía también, que le costaba respirar. Aquella voz dentro de su cabeza; ¿se la estaba imaginando, o era real?

-Sacaré mi lengua para que veas que soy yo el que habla.

Chittaphon hizo lo que había previsto, aunque Tae Yong fue rápido en dar tres pasos contados hacia atrás y abrir sus ojos en grande. Temió a pesar de conocer las habilidades poco normales que tenía aquel hombre de baja estatura.

"¿Está mal pensar que me calientas demasiado Ten?"

-Sí que está mal y no es la primera vez que lo haces, pero no importa porque yo también siento lo mismo.

-¡¿También puedes leer mi mente?! -Ten asintió- Dios mío, terminaré loco después de todo esto... -bufó- Volvamos con los chicos, es lo mejor.

El onmyôji no volvió a decir algo en el trayecto de vuelta al lugar donde dormían sus hermanos y ellos también. Ten desesperadamente tomó al castaño del brazo y lo guio hacia un cuarto de los tantos que había en ese largo pasillo. No era el mejor lugar, pero por lo menos no parecía estar a punto de derrumbarse.

𝐑𝐲𝐨𝐤ō-𝐬𝐡𝐚 - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora