V E I N T I U N O

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—¿Cómo se encuentra? —preguntó Si Cheng mientras Xiao Jun se acomodaba sobre la cómoda y amplia cama para responderle a aquel extraño que les había ayudado demasiado en cuestión de horas

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—¿Cómo se encuentra? —preguntó Si Cheng mientras Xiao Jun se acomodaba sobre la cómoda y amplia cama para responderle a aquel extraño que les había ayudado demasiado en cuestión de horas.

—Estoy recuperándome, pero mucho mejor. Mi cuerpo no duele tanto como ayer y he descansado bien. ¿Qué hay de mis hombres?

—Me acerqué esta mañana y todos están en la misma situación: recuperándose. 

—Me alegro —expresó con alivio—. ¿El Emperador Wong ha hablado a la comunidad o no lo hizo aún?

—No ha salido de sus aposentos en todo el día, hablé con una de las tantas mujeres que sirven aquí y todas ellas tienen la orden de no irrumpir en su lugar hasta que él diga lo contrario. Para ser sincero, desconozco sus costumbres, pero creo que el Emperador está deprimido. 

—¿Deprimido? —preguntó Xiao Jun rascándose la barbilla— Si es lo que estoy pensando, tienes razón. El onmyōyi Kun era su... compañero. La traición es semejante a una espada clavada en el centro del pecho.

—Ya veo —soltó pensante— ¿Ellos se amaban?

—¿Crees en el amor Si Cheng? —el nombrado levantó sus hombros como respuesta— Entonces tampoco entenderás lo que ellos tenían, aunque yo tampoco lo sé. Somos seres de carne, la sangre azul que corre debajo de nuestra piel no nos hace especiales como todos creen. Si mi difunta madre estuviera aquí repudiaría todo esto: la relación de Hen Dery y Kun, la rebelión de Yuk Hei y probablemente me convertiría en el mejor candidato para ser el emperador que este imperio necesita, pero se llevaría una sorpresa al enterarse que también me gustan los hombres y que no sería capaz de darle un nieto, un segundo nieto. ¿Qué más nos queda para seguir luchando por nuestra familia y este lugar que Amaterasu nos regaló? 

 —Xiao Jun...

—Nos queda mucho todavía —dijo una tercera voz que se hizo presente sobre el cuarto del menor de los tres hermanos Wong. 

—Emperador —saludó Si Cheng inclinándose noventa grados ante la figura del recién llegado.

—Me pasé toda la noche leyendo y hurgando entre las cosas de Qian Kun, creo que sé lo que trama con aquel otro brujo. No permitiré que la comunidad siga sufriendo y las damas lamenten otras futuras pérdida de sus esposos e hijos. Nuestro onmyōyi ha traicionado nuestra sangre y de ahora en más es un enemigo que debemos exterminar. No me daré por vencido hasta interferir en todos sus planes siniestros, pero la dinastía necesitará apoyo y es ahora donde pido a ti Si Cheng que nos ayudes una vez más.

—No, espera —interrumpió Xiao Jun— tenemos que hacer que él vuelva al lugar de donde pertenece. Eso mismo habíamos hablado Hen Dery. 

—Xiao Jun, no podemos deshacernos de él tan fácilmente porque Amaterasu lo ha enviado con un propósito. El verdadero heredero del viejo Emperador Dong se esconde detrás de este aniñado rostro. Te preguntaré algo Si Cheng y deseo que seas sincero conmigo: ¿alguna vez tuviste algún encuentro con lo mágico en toda tu vida? O por lo menos en la vida que recuerdas. Quiero decir, siendo Si Cheng.

𝐑𝐲𝐨𝐤ō-𝐬𝐡𝐚 - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora