《 Maravilloso Desastre 》 •R•I•V•A•M•I•K•A•

VI.

—Mikasa— Levi golpeó la puerta— Mikasa— repitió y miró la hora. Sino se despierta luego llegará tarde a la universidad, por ello abrió la puerta y vió a la muchacha dormida profundamente. El azabache sonrió al ver que dormía con la boca estirada como pato aferrándose a su almohada.
Él estuvo unos segundos más mirándola hasta que unos quejidos de ella lo alarmaron.

—Levi— dijo la chica mientras seguía durmiendo.

El retiró la mano con la que planeaba despertarla.

—Si eeh, me puedes vendar— no dijo nada más al notar que ella no estaba despierta, estaba soñando.

—Levi— volvió a decir el nombre del chico lo que hizo que se pusiera sumamente rojo, ella comenzó a moverse mientras seguía quejándose, él no pudo más con la imagen y tuvo que salir corriendo de habitación, pateando sin querer el tacho de la basura de al lado de la puerta.

—Maldita mocosa— pensó mientras cerraba la puerta y se sacaba a su amiguito que acababa de despertar— ahora si que no llego a la primera hora.

Mikasa miró la puerta juraría que había alguien ahí y al parecer fue así, su pieza estaba inundada al perfume del Ackerman.

—No, debo estar alucinando— dijo mientras tomaba su cabeza— Con ese sueño, me estoy volviendo loca.

Mikasa seguía respirando irregular pensando en el exquisito sueño que había tenido minutos antes, se sintió tan real.

—Mierda, me estoy volviendo loca. Necesito una ducha fria— dijo levantándose de golpe y tomando una toalla junto con la muda de ropa. Caminó hasta el baño y para salir de dudas quiso verificar si Levi seguía en la casa, apegó su oreja a la puerta y escuchó unos gemidos. Se llevó la mano a la boca.

-Era él.

Sonrió para si y mordió su labio inferior, dubitativa si seguir espiando a su roomie o ir a replicar su acción en el baño.

—Mikasa...Maldita mocosa— se quejó Levi mientras seguía masturbándose, solo eso bastó para iniciar el incendio.

Botó su ropa y la toalla al piso, acto seguido abrió la puerta pillando a Levi in infragantti. Él se sobresalto abriendo sus ojos como platos.
Ella caminó hasta él poniendo ambas manos en sus muslos y se inclinó para besarlo, lento y suave, sin presión, con pequeños roces entre sus labios y lengua, muy excitante, lo que impacientó al Ackerman. Él uso su mano libre para empujar su nuca contra él y besarla como él quería, duro. La azabache tomó la muñeca del Ackerman y se zafó del agarre. Depósito un pequeño beso en sus labios y rió, comenzó a bajar lentamente hasta quedar agachada frente a su virilidad, él no podía creer lo que ella estaba apunto de hacer, echó su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos.

—Mierda Mikasa solo hazlo— la chica soltó una maliciosa risita y deslizó su lengua desde abajo hasta la punta. Él soltó un gruñido tensando cada uno de sus musculos. Ella lo miró satisfecha y siguió con la acción, cuando Levi ya no aguantaba más tomó fuertemente el rostro de la muchacha obligándola a besarlo, sin cortar el beso se levantó de la silla de escritorio y tomó a la chica por las nalgas, restregando su miembro en parte de su entrepierna y muslos.

—Jodido pijama— le pegó un nalgazo. Ella soltó un gemido de placer y siguió restregandose contra él— te gustó?— y le volvió a pegar.

—Si Levi— contestó mirándolo fijamente mientras se mordía el labio, él volvió a pegarle y ella soltó otro gemido.

Ella lo encaminó hasta quedar cerca de la cama y lo empujó, se quitó su polera y se subió a horcajadas sobre él hasta quedar sentada en su hombría, se inclinó para besarlo, sin embargo no lo hizo, ella solo tiró del cuello de su polera para sentarlo mientras sonreía ante la cara del azabache que estaba preparado para besarla con sus ojos cerrados y su boca entreabierta.
Una vez sentado lo despojó de su polera y ahora si lo besó, abriendo su boca para abarcar la del azabache, él a modo de venganza cerró su boca impidiendole el acceso, ella lo miró entrecerrando sus ojos y comenzó a hacer círculos con sus caderas, intentó besarlo nuevamente pero volvió a repetir su respuesta, Mikasa en el momento en que chocaba sus labios con los de él jalo sus cabellos y él soltó un gemido abriendo su boca, ella sin esperar lo besó de manera desesperada al igual que él, pues la acción de la chica lo excitó más de lo que ya estaba.
Cuando ya no podían continuar el beso por la falta de oxígeno. Levi le dijo: