XXIII

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—Mierda— llevó inmediatamente sus manos a su cabeza que palpitaba como si estuviese apuntó de estallar, pestañó pesadamente un par de veces para acostumbrar su vista al sol y observó, el cuerpo de Mikasa yacía desnudo de espalda a él con la sábana tapando su trasero.

Apretó con fuerza de nuevo sus ojos y oculto su cabeza en sus manos.

—Que mierda—Se quitó la sábana que era lo único que lo cubría y buscó su celular entre las ropas que habían en el suelo. 3.20 pm.

Tomó asiento en un costado de la cama y vió todo el desorden, toda la ropa de cama estaba en el suelo, al igual que sus ropas y las cosas de su escritorio.

—Que mierda—volvió a repetir contrariado, habían peleado o follado descontroladamente, la segunda claramente, el dolor en su miembro indicaba habían desatado todo su deseo, sin embargo no se acordaba nada. 

Se esforzó para recordar lo último de aquel día pero su jaqueca fue mas fuerte. Necesitaba un baño de agua caliente.

Dejó que el agua corriera por sus músculos agarrotados, ya era momento de volver a retomar el gimnasio estaba perdiendo su masa muscular, aunque claro aún algo quedaba.

Sintió como se abría la puerta y miró asomando su cabeza por la cortina.

—Que hacen aquí? Salgan— ordenó con voz firme mientras se aferraba a la cortina.

—Sh cállate Levi la vas a despertar.

—Si cálmate, me va a estallar la cabeza— agregó tapando sus oidos— además no tienes nada que no hayamos visto.

—Salgan, no estoy de humor.

— Ya nos vamos, nosotros ya hicimos nuestra parte, ahora es cosa de ustedes par de testarudos— comentó Sasha cruzándose de brazos.

—Asegura la puerta de entrada cuando termines— Señaló Farlan abriendo resignado la puerta del baño— esta todo ordenado, vamos Sasha.

—Yo quería ver mas— susurró con un puchero mientras salía del baño.

Al salir de la ducha fue a cerrar la puerta y se dirigió a su cuarto. Apenas entró vio a Mikasa recostada en la cama revisando su teléfono, al verlo lo bloqueó y se enderezó para mirar la solidaria vista que le daba la vida, Levi desnudo con una toalla en su cintura, ahora buscando ropa en su armario. Al terminar, la miró con una sonrisa ladina la que Mikasa respondió inmediatamente de igual manera.

—Como amaneciste?— preguntó ella con una expresión cómplice como si esperara algo de él.

—Horrible— una vez masculló esa palabra la expresión de Mikasa cambio abriendo ligeramente sus labios— la cabeza me va a estallar y no recuerdo nada

—Como no recuerdas nada?— preguntó siguiéndolo con la vista mientras se hundía en la cama.

—O sea si recuerdo— La azabache se levantó inmediatamente sacando la sábana de su rostro— pero no todo, solo lo último, de hecho tengo algo que preguntarte.

—Que?— gritó de forma aguda por los nervios removiéndose bajo la manta, sabía que no lo dejaría pasar tan fácil.

—Que pasó algo entre Kuchel y Jean el sabado pasado?— Mikasa sintió como su estado de animo bajaba hasta el piso. Soltó un sonoro suspiro frustrada por la situación, en parte era su culpa por poner tanta droga al alcance de unos ebrios y además no haber cuidado a Levi cuando él ya estaba más tomado que ella.

—Que yo sepa no pasó nada, no te mentí al decirte que solo lo topamos en la entrada— contestó a la defensiva— No sé que habrá pasado después, es su vida privada y Jean tampoco se ha pavoneado de nada— Levi la miró terminando de secar su cabello. No insistiría, era terreno peligroso, es mejor hablarlo con Kuchel.

《 Maravilloso Desastre 》  •R•I•V•A•M•I•K•A•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora