《 Maravilloso Desastre 》 •R•I•V•A•M•I•K•A•

XXII

"Saldré con Sasha a comprar las cosas para hoy, volveremos en la tarde.

Besos, Mikasa.

PD: te deje un croissant en la cocina para endulzar la vida "

Por ser temprano los tiendas recién estaban abriendo y acomodando sus mercancías para que los clientes vitrinearan.

Mikasa y Sasha se encontraban en una especie de barrio rojo con centros de perforaciones, tatuajes, sex shop y bares que las chicas frecuentaban para comprar sus provisiones de alucinógenos.

-Me encanta venir a esta parte de la ciudad es como el barrio en el que debí nacer pero es más divertido de noche- exclamó Sasha girando sobre sus pies en la acera- A poco no te gustaría ponerte uno de estos- apuntó un "traje" de encaje rojo, que parecía mas al juego del cordel - Ay Mika mira este!!!- dijo corriendo hasta un maniquí que recién acomodaba la propietaria.
-Por que no te lo pruebas?- Preguntó Sasha pegando la cara al pecho del maniquí que era cubierto por un corsé que rodeaba su pecho sin taparlos pero con cubre pezones que colgaban.

-No me gusta ese, si me pruebo uno quiero que sea poderoso no tan obsceno, algo mas seductor pero que diga quien manda.

-Jovencita venga por acá, pruebese este- ordenó cogiendo de la mano a la azabache.

-No sé preocupe solo estábamos viendo- Se excusó Mikasa, sin embargo de igual manera fue arrastrada por la locataria seguida por la castaña quien le daba ánimos. La señora sacó de una bolsa sellada un traje y Sasha fue la encargada de empujar a la Ackerman hasta los probadores. Luego de unos salió.

-Mika te ves preciosa, dios como puedes ser tan sexy- Blouse la volvió a mirar de pies a cabezas y luego le susurró a la vendedora, quien desapareció bajo el mostrador poniendo lo que le había encargado la castaña sobre este. Mikasa al percatarse de los juguetes no pudo evitar reírse a carcajadas.

-De verdad quieres que ocupe eso? y en Levi?- volvió a reír- ya puedo ver su cara.

-Obvio que lo usarás con Levi y le encantará, ya que trabaja mucho, y probablemente con lo lenta que te has puesto no se han mandado un buen polvo como corresponde.

-No tiene que desatender a su novio menos si él esta ocupado con el trabajo- Comentó la vendedora ganándose una mirada pensativa de la azabache mientras mordía su mejilla interna- bueno estos son juegos de sometimiento así que se supone que el trabajo para darle placer lo deberá hacer usted, seria perfecto si su novio llega cansado del trabajo a casa.

-Bien pero no llevaré el bozal, creo que con estos dos esta bien y el traje- Contestó convencida, al fin y al cabo era verdad probablemente la única vez que han tenido sexo como corresponde fue cuando lo hicieron en el autobús y aquel día antes de la universidad.

-Menos mal que somos amigos con beneficio, probablemente tendríamos mas acciones sino le hubiéramos puesto seudónimo a nuestra amistad- dijo desprendiéndose del vestido y volviendo a poner su sueter y su jeans- y claro si ambos creyéramos que nuestra relación es solo sexo. Pero pese a que nos gusta engañarnos a nosotros mismos sabemos que no se basa en solo eso- ordenó su cabello y volvió hasta su amiga.

-Que compraste?- pregunto la azabache cuando alcanzó a su Sasha en la caja.

-Ese de ahí- apuntó a un babydoll rosado con vuelos, muy tierno para ser un deseo de la castaña.

-Por qué ese?- pregunto divertida Mikasa.

-No te burles- dijo inflando sus mejillas ahora rojas- es la primera vez que me vestiré para alguien quiero que sea tierno.