Una fiesta de disfraces inicio todo. Una inesperada coincidencia los lleva a vivir juntos, sin embargo la iracunda actitud del muchacho y la liberal vida de la azabache hace que el último año de universidad de ambos sea un maravilloso desastre.
•••P...
Despertar el lunes por la mañana golpeó a Levi mejor que una resaca de esas de cuando tenia 16 años. Pese a que durmieron todo el viaje, no se explicaba por que su cuerpo seguía sintiéndose agotado. Lamentablemente se tenia que levantar, giró sobre su espalda y se destapó para dirigirse al baño.
En completo silencio se deshizo de su ropa luego de tantear el agua y se metío para permitir que esta lo despertara.
Cuando salió de su ducha caminó a su cuarto para arreglarse, no sabia que era lo correcto de utilizar para estas reuniones, por ello solo tomó una camisa blanca arremangando sus puños para no verse tan formal y unos pantalones negros, aplicó su perfume y se puso sus lentes pues debía revisar los mails mientras tomaba desayuno.
Llegó hasta la cocina con la vista clavada en su notebook llevándose una grata sorpresa cuando levantó la mirada.
No pudo evitar dejar escapar una sonrisa, al ver a la somnolienta Mikasa picando frutas mientras luchaba por no cerrar sus ojos.
-Que haces mocosa?- preguntó dejando su portátil sobre la mesa, ella dió un respingo al escuchar la voz del chico, su cara de pasmo cambió por una torpe sonrisa.
-Tu desayuno para la suerte-dijo haciendo un puchero- pensé que tardarias más.
-No te preocupes, tengo 15 minutos aún - rodió la encimera y depositó un dulce beso en su mejilla- gracias mocosa-iba a tomar la juguera pero la chica golpeó su mano.
-Siéntate a revisar tu computadora, ya casi terminó.
A los pocos minutos volvió con un apetitoso desayuno que Levi agradeció.
-No comerás?- dijo degustando su tostada francesa.
-No, volveré a dormir- dijo con una sonrisa mientras lo veía comer-Estas nervioso?
-No, los nervios no son lo mío- respondió sin vacilación muy seguro de sus palabras.
Mikasa lo miraba sentada frente a él, no pudo evitar sentir un cosquilleo en su estómago, se veía tan guapo y esa actitud altanera la tenía descolgada de cualquier otra realidad que no fuera la de él y ella haciéndolo sobre un escritorio.
-Tsk, que piensas? Últimamente estás más distraída de lo normal mocosa- dijo terminando su taza de té.
-Nada, dormitaba.
-Con esa sonrisa de tonta? Si claro-señaló juntando la loza.
-Deja ahí, yo lo hago.
-Si no estuviera tan acotado en tiempo te cumpliría esas fantasías sucias tuyas- dijo cerrando su notebook poniéndose de pie, la chica quien hasta ese momento solo lo miraba divertida dio un saltito con su última declaración- ya se me hace tarde.
Caminó hasta la chica para tomar su barbilla y darle suave beso en sus labios.
-Gracias nos vemos a la noche- Mikasa no tuvo tiempo ni de responder esto último pues el azabache ya se había ido a su primer día de trabajo.
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