《 Maravilloso Desastre 》 •R•I•V•A•M•I•K•A•

XXIX

Perdón por la demora 🤍

—Se sincera cuatro ojos, cual te gustó más?— preguntó Levi encendiendo un cigarro para aplacar el frio.

Hange y el azabache se encontraban en medio de un receso de la reunión para analizar los proyectos que proponían las constructoras. Llevaban desde la hora de entrada hasta pasado las 5 sin pausa hasta ahora. Necesitaban finiquitar hoy la discusión, independiente cuanto les tome para poder reunirse el lunes con el nuevo equipo.

—Para ser sincera, y no creas que tengo una fijación contigo ni tu familia, pero el de Kenny es el mejor, el hecho que sea consciente del doble propósito de un hospital sustentable lo hace insuperable, creo que nadie se esperaba que la construcción fuera porcentaje de materiales ecologicos, innovador el viejo— se recargó sobre la pared al lado del cenicero que usaba Levi— Te molesta?

—No, estoy de acuerdo contigo. Ese material es más barato, pero no implica un menor tiempo de vida útil. No creo que se opongan— dio un par de caladas más y lo apagó casi a la mitad volviendo al edificio. Por el estrés del trabajo había vuelto a fumar solo en las horas de trabajo, sabia que era un mal hábito, por ello dejaba las cajetillas en el trabajo y se olvidaba de ellas una vez salía del municipio.

La reunión les tomó tres horas más para revisar un par de propuestas que quedaron en el tintero.

Finalmente 3/4 de los votos fueron en favor de la Constructora K&K Ackerman SA, esta demás decir de quien.

Levi se sacó los lentes y rascó su tabique cansado por el largo día, aún escuchaba las alegaciones del mismo señor regordete que había cuestionado cada uno de los proyectos, ahora defendiendo la propuesta de la empresa de su cuñado, la que ni siquiera presentaba medidas básicas, corta corrientes, ser una construcción antisismo pero bueno, no todos tenían el profesional equipo que tenía Kenny ni las expertas habilidades para prever lo que el cliente busca.

Se levantó de la mesa de junta sin despedirse de nadie salvo Hange y salió de la sala.

Condujo por la ciudad aliviado de poder estar a minutos de disfrutar la mejor parte del día, ser mimado por Mikasa.

Estaba satisfecho, más que eso, antes su vida marchaba bien y ahora igual, eso es normal pero ahora había un plus, Mikasa. No entendía muy bien aquel sentimiento de confort y tranquilidad que lo inundaba cada vez que entraba a su casa y sentía el olor floral de su perfume mezclado con el dulzor de su aroma natural. Estaba pleno.

Sin embargo algo lo tenía ansioso, la ofrenda de paz de Kenny. Sabia que Mikasa se rehusaría y ya lo había hecho, tampoco trato de convencerla de lo contrario pues es muy terca pero anhelaba que fuera a la casa donde se crió, más que para alimentar el ego del viejo era para presentarla formalmente como su novio y compartir una pequeña parte de su mundo con ella.

Levi rió al pensar lo estúpido que se sonaría eso a oídos del antiguo Levi, jamas pensó enamorarse, en el mejor de los planes sería un Playboy pero era muy moralmente estricto para eso.

Bueno, dejó de desvariar para centrarse en lo importante, debía convencer a su amable pero terca novia sea como sea.

Se metió al subterráneo del edificio para aparcar su auto dejando todo pensamiento ansioso en el vehículo.

Los dias podían ser agotadores o incluso una mierda pero al final de estos, tener a Mikasa escuchando sus quejas abrazada a su pecho cambiaba todo.

—Esas deben ser las pequeñas cosas de las que Mikasa hablaba.