《 Maravilloso Desastre 》 •R•I•V•A•M•I•K•A•

XV.

Habian llegado al aeropuerto y aún Mikasa seguía con una histérica sonrisa en su cara, sin embargo cuando Levi le preguntó si estaba bien ella solo se dedicó a asentir dibujando nuevamente la misma curva en su rostro.

Él arrastró las maletas mientras la seguía en silencio, el vuelo había sido corto, de un poco mas de dos horas, aun nos quedaba noche por disfrutar o eso creía el azabache.

—El bus sale en 20 minutos quieres tomar algo?— Sin percatarse, estaban en el terminal de buses aledaño al aeropuerto, la miró fastidiado porque no se lo había comentado. Al notar su malestar la muchacha se excusó en que iría a comprar los boletos emprendiendo nuevamente su marcha para evitar el reproche.

—Mikasa!— La detuvo, a Levi le preocupaba eso de viajar en bus, los consideraba como uno de los medios de transporte más inseguros y peligrosos, ademas necesitaba saber más, estaba en ascuas respecto a los detalles del recorrido— Cuanto tarda el viaje?

—5 horas— dijo con una actitud de disculpa, como cuando un cachorro rompía tus mejores tenis. Es imposible enojarse con ella pensó el azabache suspirando sonoramente.

—Donde es?

—En la costa, no hay aeropuertos para allá, es un pueblo rural.

—Bien, compraré los boletos.

—No hace falta, ya pagaste el vuelo...

—Tsk—  nuevamente arrastró las dos valijas apresurando el paso hasta una caseta donde compró dos asientos en el autobús mas seguro que consideró. 

Caminaron por unos minutos por el centro del terminal hasta alcanzar la hora de salida, Mikasa le advirtió que comprara todo lo que considere necesario pues el comercio allá era limitado. 

Una vez se encontraron ya sentados en un bus amplio de segundo piso con muy pocas personas dirigiéndose a la costa, él insistió preguntándole si estaba bien.

Ella apoyo su cabeza en el respaldo y lo miró.

—Quizás cambie un poco mi actitud frente a mi mamá— Soltó con un ligero rubor— ella es muy anticuada pese a ser muy joven, sus padres eran religiosos es por ello su comportamiento; Con mi papá se ablandó un poco pero no del todo.
Mi mamá no distingue la "pequeña" linea que separa la inmoralidad de la libertad, la modernidad, como por ejemplo el simple hecho que vivamos juntos—hizo una pausa y lo miró, el Ackerman no podía descifrar sus sentimientos en estos momentos, por su tono de voz podría decir que esta cansada pero no, era algo mas— Para salir del pueblo tuve que esforzarme el triple para así ganarme la beca en la universidad, sino probablemente seguiría a cargo de la tienda de mamá sin conocer otros preciosos lugares.

— Quizás esta era la razón por la que amaba todo lo que estaba a su alrededor, arraigándose a la libertad que le ofrecía la ciudad y aprovechando al máximo de esta, quien era yo para juzgarla por eso?

Se estiró de repente como si el confesar aquello le hubiese sacado un enorme peso de encima, observó como su cuerpo daba una buena bocana de aire inflando su pecho cubierto por su vestido floreado y exhaló, volviendo a su posición anterior, retomó su visión en él sonriendo de manera natural, no como la que había estado haciendo durante el día.

—Y que le dirás por mi?

—Lo he pensado— dijo cerrando sus ojos— Le diré que eres mi mejor amigo, si insiste preguntando le inventaré algo.

—Y si me hago pasar por tu novio?— Apenas lo pensó salió de su boca como vómito, obviamente se ruborizó en el acto, en tanto la veía sonreír aún con los ojos cerrados.