capítulo 9: visitas sorpresas.

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Lunes. Una palabra maldita, al menos es lo que yo pienso. Los lunes son cansadores, aburridos, y largos. Me encontraba desayunando un té con galletas veganas, mientras mi vista no se deparaba del sujeto que habua sentando en la mesa; Alan.

—¿Cómo dormiste, Chloe? —pregunta elevando una de sus cejas.

—¿Se supone que te importa? —dejé mi taza de té en la mesa, y lo observé atentamente.

—Bueno..., yo estoy saliendo con tu madre así que sí, me interesa tu vida. —intenta sonreír para tranquilizarme.

—Exacto. Sales con mi madre, no conmigo. —me levanté de mi asiento.
—No te creerás mi padre solo por cogerte a mi madre. —volteé mis ojos y tomé mi bolso.

—¡Chloe, ya basta! —mamá me regaña entre dientes, y golpea la mesa con su puño.

—Tienes razón, ya es suficiente. —me reí amargamente.

Me dirigí hacia la salida, y cerré la puerta de casa con mucha fuerza, haciendo que varios vidrios temblaran.

Me subí a mi vehículo, y golpeé el volante con mi puño. Sentí un fuerte dolor, y al observarlos vi lo rojos que se encontraban mis nudillos.

Dejé salir un suspiro y comencé a conducir directamente hacia el instituto. Encendí la radio y durante todo el camino me dediqué a intentar bajar mis nervios antes de asesinara a alguien.

Entre al instituto en cuanto llegué.

Me acerqué hacia donde estaba mi casillero y comencé a guardar algunos libros dentro de él.

Observé mi reflejo en es espejo que hay pegado en la pequeña puerta, y me sorprendió ver unas enormes ojeras negras debajo de mis ojos. Tomé un poco de maquillaje, y luego las cubrí con mucha base.

—Hola. —alguien se puso a mi lado, llamando mi atención.

Pegué un saltito. 

—Aless... —sonreí al verlo, y rápidamente cerré mi casillero, golpeando mi cabeza por accidente.—Ouch. —dirigí mi mano al lugar del golpe .

—Déjame ver. —quitó mi mano, y las suyas, reemplazaron las mías. Observó mi golpe unos segundos. —Estarás bien. —sonrió, y observó mis nudillos. —¿Qué te pasó allí?—frunció sus cejas.

—Hmm..., sólo me golpeé. Ya sabes que... soy muy torpe. —mentí.

—Ven, vamos por hielo. —me tomó de la mano, y me arrastró suavemente junto a él.

Mientras cruzaba el pasillos, vi como JJ se acercaba junto a su hermana, él continuó caminando al pasar por mi lado, pero Emily lo tomó de la mano para hacerlo voltear y comenzar a seguir mis pasos.

Aless y yo nos adentramos a un salón deshabitado, y me senté sobre la mesa mientras esperaba a que él me trajera hielos cuando salió de la sala.

Volvió tras unos minutos cortos.

—Aquí están. —coloca la bolsa en mis manos, y se posiciona entre mis piernas.

Observé el cristal que había detrás suyo, y me encontré con Emily y Jordan mirando desde el otro lado. Abrí mis ojos como platos.

Emily fingió sentír dolor en sus manos, y luego llevó la otra a su cabeza para dejar caer su cuerpo hacia atrás y fingir que sufría un desmayo. Jared la atrapó Justo a tiempo antes de que su hermana tocara el suelo. Ella se levantó y me señaló, indicando que yo siga sus pasos.

¿Para conseguir que Aless se acerque mss a mi?

De acuerdo.

—Ouch. —tomé mis nudillos, e hice caso a la idea de Emy.

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