Capítulo 29: "Larissa es una perra".

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Larissa estaba detrás mío, sosteniendo una copa de cristal vacía.

—Chloe, ¿estás bien? —JJ me toma por los brazos.

—Lo siento, fue un accidente... —Larissa curbre su boca, y finge una inmensa preocupación.

—Sí, lo estoy... —sentí un nudo en mi garganta. —Lo siento yo... Debo irme.

Me alejé de JJ, y sacudí mis manos mojadas.

Sentí mis ojos humedos, y vi como todo el mundo me observaba con atención. Algunos reprimian las risas. Otros me señalaban.

—Ve al baño, Chloe, al fin y al cabo, es ahí donde perteneces. —Larissa habla a mis espaldas.

Aprieto mis dientes con fuerza, cierro los puños hasta que mis uñas se clavan en mis manos. La ira comienza a crecer mucho más, y no puedo controlarla.

No lo hagas. No lo hagas.

《¡Que lo haga, que lo haga, que lo haga! -me alientan cantando unas vocecitas en mi cabeza.

Niego con mi cabeza, y me detengo.

A la mierda todos.

Me di la vuelta, camino apresuradamente hasta Larissa, y me lanzo sobre ella con todas mis fuerzas. Ella cae al suelo, y no soy capaz de detenerme. Todos nos rodean y comienzan a gritar para que nos detengamos, pero los ignoro y continúo cegada.

Tomo su cabello y lo tironeo, mientras golpeo su cabeza contra el suelo. Le doy una bofetada, y me remuevo bruscamente con la esperanza de hacerle algo de daño.

Larissa levantó su mano, y me clavó las uñas en la mejilla, arrastrando hacia un costado, provocando un corte más profundo. Ahogué un jadeo de dolor.

—¡Quítenme a esta de encima! —gritó ella.

—¡Chloe, detente! —exclama Rose.

—¡Eres una maldita perra psicótica! —grité a la chica debajo mío, que patalea para que la suelte. —¡Vuelve a provocarme, y juro que te mato a golpes!

—¡Vamos, Chloe, dale más duro! —grita piper detrás de mí, mientras Chelsea y ella me alientan moviendo sus manos en el aire. -¡Con la silla, con la silla!

—¡Chloe, ya basta!

Alguien me toma por la cadera, y me levanta del suelo sin un poco de esfuerzo. Mi espalda queda firmemente contra un duro pecho, y un brazo rodea mi abdomen con fuerza.

—Tranquila... —JJ me inmoviliza.

Pegué patadas al aire, para librarme del chico que me sostenía.

—¡¿Qué te vas a cepillar ahora, eh?! —reí como una loca, y le mostré a Larissa un enorme mechón de su cabello, enredado en mis dedos. —¡Que te he arrancando las extensiones!

JJ me sujetó con más fuerza, y observé como Larissa se levantaba del suelo sujetando su cabeza, adolorida. Su labio estaba roto, y un pequeño rasguño decoraba su pómulo.

—¡Está loca! —gritó, señalandome.

—Sácala de aquí, y cuídala, Jordan. —le ordenó papá a JJ, mientras intentaba retener a Larissa para evitar que se lance sobre mi para seguir la pela.

Jordan obedece. Me obliga a darme la vuelta para quedar frente a él, y luego sin ningun tipo de esfuerzo, me cuelga sobre su hombro no herido.

—¡Que la sangre se me va a cabeza, idiota! —grité, golpeando su espalda con mis puños, que por supuesto no lograron afectarle.

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