capítulo 31: Modejale y pervertidas.

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—¡No puede ser! —me bajé de la cama se un gran salto.

Corrí directamente hacia las dos personas que cayeron de dentro de mi armario: Heather y Ludovica.

—Ouch... —se quejan al sentir dolor en sus huesos.

—Se supone que tenían que salir cuando yo le dijiera a Chloe que abra su armario. —dijo Piper, algo defraudada. 

—¡¿Cuando llegaron?! —me lancé al suelo y las abracé con todas mis fuerzas.

—Hace menos de dos horas. —Hetaher se levanta.

—Quítate. —Ludo quita a su hermana de un empujón, y esta vez ella me abraza con fuerza.

—Las extrañé tanto.

—Oh, vamos, Chloe, hicimos una llamada literalmente cada noche.  recalca.

Es en serio, nosotras tres hicimos llamada cada noche desde que se mudaron que Nebraska. No hubo ni una sola noche en la que no hayamos hablado. Ellas están completamente enteradas de absolutamente todo lo que pasa en mi vida.

—¡Bien, cuéntanos como es es eso de que golpeaste a Larissa! —Ludo toma mi mano, y se sienta a mi lado junto a su hermana.

—Jared y yo estábamos bailando, pero ella lanzó su bebida encima de mi vestido. —resumí.

—Si, debieron ver como lloró Larissa al pensar que su nariz estaba rota. —Piper suelta una risa, y asiente con su cabeza. —Las dejaré sola, disfruten su charla. —se despide, y sale de mi habitación.

—Hoy tengo una sesión fotográfica con JJ en casa de mi padre. —confesé, y me desvestí para correr al baño.

Ludo y Heather entraron al baño junto a mí, y una vez que yo estaba dentro de la ducha comencé a quitarme la ropa interior. Ellas hacían preguntas mientras yo las respondía desde dentro de la ducha.

—¡Eso es ropa interior de hombre! —exclama Ludo al ver la ropa de JJ volar por encima de la ducha.

—Si, lo utilicé como short esta mañana. —solté una risa.

—Dios si que tiene preferencias, eh.

—Oh, en definitiva.

Durante los siguientes minutos, me seguí duchando lo más rápido que pude.

Ludo y su hermana salen del baño al ver como las cortinas de la ducha se abrían y daban paso a mi cuerpo desnudo.

Me vestí, y saqué mi cabello.

—Iremos a casa de JJ para ir a casa de tu padre esta misma tarde. —la rubia se levanta de su lugar, y comienza a peinar mi cabello.

—Pero..., Jared está con Shelby. —la miré obvia.

—Como si eso fuera a impedir que yo vaya. —rodó los ojos.

Hetaher tomó mi mano y las tres bajamos las escaleras corriendo. Todas ignoramos la presencia de mi madre y Alan en la sala, al igual que sus rostros sorprendidos al ver a mis amigas.

Nos montamos en mi vehículo y comienzo a conducir en dirección a la casa en la que estuve hace tan solo dos horas atrás. La radio reproducía una tonta canción popular, y comencé a cantar mientras oía como mis dos amigas se tomaban selfies.

—Por cierto, ¿se quedarán aquí conmigo hasta que vuelvan a Nebraska? —pregunté.

—Exacto. —contestan sin quitar la vista de sus pantallas.

Para mí suerte, el viaje fue entretenido gracias a las tonterías de mis mejores amigas.

Las tres bajamos del auto en cuanto llegamos a nuestro destino, y tocamos el timbre frente a nuestras narices. La puerta se abre, y tras ella aparece Pierce, tan serio e indescifrable como siempre.

Tenemos Un Trato. [Completada]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora