Capítulo 44: "Proteger lo mío"

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Estaba exhausta. Sentía que en cualquier momento explotaría. Necesitabs un respiro, lejos de absolutamente todos.

La prensa no paró de hablar acerca de las fotos de mis supuestos pechos que recorren todo internet. Han venido al instituto más de diez periodistas, pero afortunadamente Pierce logró hacer que ninguna cámara vuelva a pisar el suelo de aquí.

Básicamente han pasado tres días desde las fotografías filtradas de Piper. Y por suerte todos piensan que esas fotos son mías.

Fue todo un reto hacer que Piper pudiera contarme la historia completa, sin que omita ninguna parte.

Todo el drama se resumía en que conoció a un tal Clark en Instagram. Se conocieron hace un mes, y no dejaron de hablar en ningún momento. Todo parecía ir normal, hasta que él le pidió fotografías sexys en donde ella mostrara sus pechos. Piper no dudó en ningún momento, y las envió. El idiota filtró las fotos, y luego, borró todas las redes sociales por las cuales se comunicaba con mi hermana.

La peor parte llegó cuando mamá se enteró. Casi llamé a control de animales al ver lo loca que puso al enterarse. Y mientras tanto, papá armó otro escándalo desde España.

Y sí, ellos también creían que las fotos son mías.

Estaba en la cafetería, viendo como Shelby hablaba con JJ, quien toma su batido se chocolate. Al parecer ambos se están reconciliado desde el día de la fiesta en la que Jordan la vio hablarse con Daniel.

—Deberíamos ayudarlos. —Aless toma mi mano, y señala a Shelby y su amigo.

—¿Tú crees? —frunci mis cejas.

—Unas vacaciones en un hotel. —sonríe, y le da un bocado a sus patatas.

—No tenemos tiempo libre. —ladeé mi cabeza.

—Chloe, te he visto sumamente estresada desde el primer día que te conocí. —acaricia mi rostro. —Necesitas un respiro. —insiste.

Oh, y vaya que lo necesito. El problema es que dudo que las vacaciones sean buenas cuando tenga que pasar tiempo muy cerca de JJ. Quien sin dudas está algo distante de mí. Las últimas "vacaciones", terminé dejando que su amigo me toque.

—Además, ya creo que es hora de dar el siguiente paso. —Aless toma mis dos manos, y les da un leve apretón mientras me sonríe. —Si estás lista, claro. —añade.

Mi corazón se detiene al oír sus palabras.

Santo. Dios.

Está hablando de tener sexo. Tendré sexo con Alessandro. Pero ¿por qué no me siento feliz o animada de saber eso? No es que no me entusiasme saber que voy a ver al italiano desnudo de una vez por todas, pero tampoco me siento feliz.

—Sí, claro que lo estoy. Has sido muy paciente conmigo, y ya es momento. —asentí.

Me tomó suavemente por la nuca, y unió nuestros labios en un suave beso.

Sin embargo, yo me quedé inmóvil. No cerré los ojos, me quedé completamente quieta, sintiendo sus labios cálidos sobre los míos.

Cuando se separó de mi, fingí una sonrisita.

—¿Estás bien, Chloe?, te he notado... algo... rara conmigo últimamente. —me preguntó. —¿Hice algo... mal?

Sentí un pinchazo en el corazón.

No quería hacerlo sentir mal, pero que es tampoco quería seguir guardando dentro de mi pecho, aquella sensación de que mis sentimientos por Alessandro, últimamente, ya no eran iguales a como cuando recién nos comenzábamos a conocer o salir juntos al tener citas. Yo ya no parecía sentir aquellas mariposas en mi entrañas, o que mi corazón se acelerase cuando él me dijiera cosas o lindas o me robara besos.

Tenemos Un Trato. [Completada]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora