capítulo 16: Citas, bibliotecas y exigencias.

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—¿Saliste con JJ?

—Lo hice, mamá. —asentí.

—Mira lo que pasó por salir con él. sgruñó, y señaló mi herida.

La ignoré por completo, seguí leyendo, volviendo mis pies en el aire, de un lado al otro.

—¡Chloe, tu madre te está hablando, no seas irrespetuosa! —me grita Alan.

Alto ahí.

Me frené de inmediato con mi lectura, y levanté mi cabeza poco a poco. Solté una risa amarga, y me levanté de la cama para caminar directamente hasta donde él estaba.

—No se te ocurra volver a gritarme.—dije, entre dientes. —¡Bloqueaste mis malditas tarjetas de crédito! —le grité.

—¡No le grites a Alan! —me regañó mamá.

Apreté mis manos fuertemente, tanto que incluso me clave las uñas en mis palmas 

—Los quiero a ambos fuera de mi habitación en este instante. —apreté mis dientes, y señalé la salida.

—Ese chico no es buena influencia para ti... —mi madre intenta acercarse a mí.

—Las malas influencias no existen, mamá. —negué. —Uno hace lo que quiere por su propia voluntad. —me encogí de hombros. —Y no hace falta que JJ esté a mi lado para volverme malvada o rebelde, porque tarde o temprano me cansaré de ti y Alan, y ni tú ni nadie podrán hacer algo para evitar que me convierta en una total perra, o en la chica que tanto temes que me convierta. —la señalé. —Y tu, Alan, debes parar. —amenacé.

—Chloe, no quieres verme enfadado, en serio. —Alan sonríe tenso, rojo de ira, pero intentando mantener la calma.

—No, Alan. —negué. —Eres tú no quieres verme encontra de ti, porque no sabes de qué soy capaz. —di un paso al frente. —Y mantente alejado de mis hermanas, o te juro por lo más sagrado, que vas a lamentarlo como jamás antes hayas lamentado algo.

—Eres una estúpida... —gruñó mamá. —Te he dado todo, y aún así, ¿eres esta clase de persona? —me miró, asqueada.—Eres igual o peor a tu padre, Chloe, y...

Suficiente.

Le lancé mi libro a sus pies, furiosa, he hice que retrocediera un paso, asustada ante aquella acción mía.

Pasé por el lado de ambos, y choqué mis hombros con el de ellos accidentalmente. Salí de mi habitación de inmediato, furiosa, y bajé las escaleras.

Cuando salí de casa, me subí en mi auto, y encendí el motor.

Me sentía... furiosa, frustrada e inevitablemente triste. Me dolía cada vez un poco peor las actitudes que mamá tenía conmigo.

Aparqué el vehículo cerca de la playa. Caminé hacia la arena, y me senté en una de las bancas donde suelen servir bebidas gratis. Sólo tomé un vaso de agua frío, y dejé que mi cabeza callera sobre mis brazos doblado sobre la mesita de madera.

—¡Hey, Chloe!

Pegué un salto al oír aquella voz emocionada, y luego, como una mano se coloca en mi hombro.

Levanté mi cabeza, y tragué con dificultad al encontrarme a aquella chica pelirroja, con un vestido suelto, azul y floreado, que se volaba a con el viento.

—Shelby... —sonreí falsamente, y me levanté de mi lugar. —¿Qué haces aquí?

—Oh, yo... invité a JJ a tomar algo hace algunos minutos. —se sonroja un poco.—Me dio algo de vergüenza y miedo ser rechaza pero... aceptó. —soltó una risita.

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