capítulo 6: Lágrimas y amigos pandilleros.

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Viernes. El días más esperado de todos.

La estupida clase de química parece ser eterna, de no ser porque me encontraba sentada con JJ probablemente me habría suicidado hace media hora atrás. Pasamos la hora hablando y continuamos contándonos cosas sobre nuestras carnadas para poder conquistarlas.

—Señorita Chloe y señor Jordan, ¿podrían resolver esto? —la profesora llama nuestra atención al ver como anoto cosas en mi libreta rosa, pero no prestamos atención a la clase.

—Si al menos lo explicara bien, entonces yo podría...

Inmediatamente lo hice callar cuando  le di un golpe en las costillas con mi codo.

—Deme eso. —la anciana se acerca a mi e intenta quitarme la libreta.

Me resisto. No puedo entregarle esta libreta, es sumamente importante que nadie lea lo que hay dentro de ella. Allí están los gustos de Aless y Shelby, y el trato en el cual debo hablarle a Emily como parte del trato.

Escribir las cosas me resulta mucho más fácil para lograr organizar mis ideas.

—Lo siento, no puedo dársela... —niego, y sostengo mi libreta contra mi pecho.

Ella duda unos segundos, y en cuanto intenta acercarse a mí, la campana suena y JJ toma la libreta para salir corriendo por la puerta y evitar que la profesora lea las notas.

Dejo salir un suspiro y comienzo a seguir a Jared luego de guardar mis cosas dentro de mi bolso.

Lo encontré reposado en mi casillero, mientras observaba como Shelby caminaba frente a sus narices.

—Dame eso. —le quité mis notas y sonreí levemente al ver como sus ojos no se quitaban de aquella pelirroja.—Ve y háblale. —le doy un leve golpecito en su cabeza con mi diario.

—¡Shelby! —JJ llama su atención, y ella se voltea para observarlo.

Jared se acerca a ella, y comienza a caminar a su lado. Poco a poco se alejan, mientras comparten una conversación que yo no logro oír..

Me volteo y sigo mi camino. Los pasillos están repletos de adolescentes que se pasean y ríen.

Mis amigas se cruazan en mi campo de vista, y no puedo evitar preocuparme al ver sus ojos vidriosos y llenos de lagrimas.

—¡Oigan!, ¿qué pasa? —me acerqué a Heather y Ludo

Tomé sus manos, y nos dirigimos al cuarto de limpieza abandonado.

—Chloe, es que... —Ludo limpia algunas lágrimas, y se detiene de hablar por un instante.

—Díganme. —insistí..

Nos sentamos en el suelo y cerré la puerta para tener más privacidad.

—Nos mudaremos. —Heather suelta sin rodeos.

—¿Qué? —dejo salir un pequeño susurro.

—Nuestro padre aceptó un puesto de trabajo en... en Nebraska. —finaliza Heather, dejando salir un pequeño sollozo de su garganta.

Mis ojos acumulan algunas lágrimas. Niego con mi cabeza, y siento como mi corazón late con fuerza.

Mis únicas amigas me dejarán. Me quedaré sola, y nadie estará para mí como ellas siempre están. Eran mi único soporte, ersn lo único que en verdad me hacía bien y feliz.

—Pe-pero... eso queda demasiado lejos. —una lágrima resbala de mi mejilla.

—Lo sentimos tanto. —ambas se acercan a darme un abrazo, y recuesto mi cabeza sobre sus hombros. —Nos iremos esta misma noche, Clo. Ya no hay tiempo.

Tenemos Un Trato. [Completada]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora