capítulo 22: Una llamada, una confesión.

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Abrí uno de mis ojos con demasiada dificultad. Observé mi desordenada habitación y me levanté de un solo salto de la cama al ver que mi reloj marcaba las 8:00 de la mañana.

Los lunes son terriblemente malos. Son la definición de mala suerte en mi vida.
Tomé los primeros libros que encontré en el suelo, y corrí escaleras abajo.

—Chloe, querida. —Alan me frena.

Observo a mi alrededor, y mi pulso se acelera al notar que sólo yo me encontraba en casa junto a él. En verdad me aterraba un poco estar a solas con él.

—¿Qué? —apreté las correas de mi mochila y tragué con dificultad.

—Así que eres una pequeña zorra. Nunca lo imaginé. —sonríe y niega con su cabeza. —Con Jared y con Alessandro a la misma vez.

Solté una risa sin gracia, y apreté mis puños fuertemente.

—Seré una "zorra", pero ser una perra, se me da mejor, Alan.  —solté una risa amarga. —No me molestes.

Salí de casa corriendo antes de que Alan pueda decir algo.

Me subí a mi vehículo, y encendí el motor, que hizo un ruido extraño un segundo luego, y se apagó repentinamente.

—¿Qué?... —susurré.

Volví a encender el auto, pero este no hizo ni un solo sonido.

Le di golpes al volante, enfadada.

—¡Oh, maldito seas!—grité.

Bajé, y comencé a correr.

Mis pies resonaban al golpear velozmente contra la acera, y con mis manos empujaba a la gente que no se apartaba de mi camino. Mi corazón latía a gran velocidad, debido a la adrenalina y la falta de costumbre a correr tanto.

Cuando llegué al instituto, estaba exhausta. Me dolía todo, y se me dificultaba normalizar mi respiración. 

—¿Clo?

—Alessandro... —sonreí al verlo.

—¿Estas bien? —se acercó a mí, extrañado.

Le robé un pequeño picotazo, y me sonrojé levemente al notar que me atreví a hacer aquello.

—Perfecta, solo que tuve una mañana un poco... agitada. Empecé mi día con mi pie izquierdo. —suspiré. —Lo bueno es que compartimos una clase ahora. —tomé su mano y la uní con la mía.

—Así es. —me atrae hacia él, y me abraza.

Nos metemos al salón de química.

Al levantar mi vista un momento, me quedé quieta un segundo al ver como Shelby se reía con JJ en las mesas del fondo.

Sacudí mi cabeza al sentir como Aless tiraba de mí, y me sentaba justo a su lado.

—¿Todo en orden? —pregunta Aless.

—Sí, lo siento.

La clase transcurre lentamente. Tan aburrida como es de costumbre. En serio, todo es sumamente aburrido. Jared hacía algún que otro comentario de vez de en cuando, haciéndonos reír a todos los que estaban presentes en la sala.

Cuando la campana suena, tomo mis cosas y me dirijo a la salida, soltando un suspiro cansado.

En los pasillos, vi como Emily estaba hablando con Hayden en un casillero. Ella sonríe de forma bonita, y él solo parece disculparse con ella por lo que pasó el día de la fiesta.

—Emily... —me acerqué algo temerosa.

—¡Chloe! —sonríe, y me da un abrazo. —Siento mucho lo que pasó el día de la fiesta, ¿si?

Tenemos Un Trato. [Completada]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora