CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOK

CAPITULO 6

LISA

Como lo supuse, no fueron días sino dos semanas y ya estaban listos para darme una bienvenida digna de los Manoban, los invitados eran socios e inversionistas amigos de papá. El solo pensar en lo aburrido que será esto me dan ganas de dormir, pero sé de alguien que hará esto más divertido. Tae llevaba días irritado y con un cierto rechazo hacia nuestros padres, incluso el abuelo no se salvaba de su mal genio.

-¿Entonces me dices que abramos la reserva de papá? - preguntaba mientras buscábamos la llave de la bodega.

-Con champagne las personas no van a divertirse totalmente Tae, necesitan algo que las anime.

-¡Bien! - dijo sin alegrarse demasiado - Por lo menos esto haré por ti Lisa.

Tae llamó a algunos de los meseros que están contratados para la fiesta, les dio la orden de llevar las botellas a las mesas y vimos como muchas personas se acercaban a ver las botellas de la reserva especial. Se conocía que papá tenía una colección de distintos tipos de vino y coñac que al parecer no compartía ni con nadie de la familia.

Este es mi último fin de semana antes de entrar a clases así que es momento de hacer una travesura por más pequeña que sea, soportaré el castigo porque vale la pena ver como todos se comportan como unos adolescentes, no sé qué rayos tiene el alcohol de papá, pero hasta las personas más respetables dan pena de solo verlas.

El padre de Jungkook ha empezado a sacarse el pantalón frente a la pileta, mamá no paraba de gritar a los meseros para que eviten el circo que se están montando los inversionistas. Taehyun y yo no paramos de reír desde el balcón hasta que los ojos llenos de furia de mamá nos miran, por la mirada que lanzó sabe que fui la de la idea. Bien le diré hola a lo que se avecina.

Todo el fin de semana tuve que limpiar el desastre que quedó después de la fiesta, mamá lo vio como una forma de reflexión por lo que hice, que para mí no fue nada ya que solo abrí y brindé las botellas. En tal caso los que se extralimitaron fueron los invitados. No me sirvió de mucho ese castigo, la verdad me daba igual.

El primer día de clases sería estupendo, ya había recorrido los pasillos de la facultad cientos de veces y preguntado cosas importantes a todos los que saludaba. Mi objetivo fue encontrar la perfecta competencia o más bien modelo a seguir para mí. Kim Jennie, ese nombre se grabó en mi mente de tanto que lo repetían, muchos coincidían en que nadie podía igualarla, sus diseños eran únicos y sobrios, no el típico diseño lleno de colores pasteles o chillones que con los verlos te estresabas y daba mareos solo al tratar de entender el patrón.

Estaba en su último año de universidad, dos semestres más y saldría de aquí siendo una leyenda, Necesito aprender de ella. Decidí investigar más sobre ella, pero después de clases.

-¿Puedo sentarme? - la cabellera rubia de la chica estaba perfectamente peinada y llevaba una pequeña boina caqui. Definitivamente sabe de moda, aunque yo no hubiera combinado la falda negra con los zapatos verdes fosforescente, ese fue su único error.

-¡Claro! - no tenía problema en que se siente, al menos alguien se dignó en llegar a mí. - Lalisa - le dije y estiré mi mano hacia ella.

-¡Oh! - dijo con una pequeña sonrisa - Un gusto Lalisa, mi nombre es Rosé - su mano temblaba seguramente le di la impresión de ser arrogante - Park Roseanne para ser exactas.

No seguimos conversando ya que la clase comenzó, era la primera vez que sentí tranquilidad mientras aprendía a hacer los trazos básicos. Rosé se sintió un poco fuera de sí, me dio ternura verla luchar con su lienzo así que decidí ayudarla un poco. Intentamos un nuevo concepto entre las dos, lo cual salió excelente para mi gusto.