CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOK

CAPITULO 48

LISA

El último reflector se apagaba, los asientos vacíos y desorganizados era lo único que quedaba, un arreglo florar había caído cerca de escenario y podía ver las flores regadas por todo el borde. Acabó, mi etapa de modelo acabó al fin y siento una enorme tristeza, así imagino que debe ser cuando un cantante decide dejar un grupo o finiquitar su carrera completamente. Un enorme vacío que te deja sin habla sabiendo que mucha gente tras de ti deseaba verte más, podría haber renovado contrato, pero eso significaba seguir tras órdenes que no quiero cumplir, significaba no brillar por mi cuenta, ya lo he hecho con la ayuda de la empresa, pero deseo generar mi propio brillo.

-Te dará mucha nostalgia en el futuro-dijo con esa voz tan apacible que lo caracterizaba en momentos así.-Ahora lo verás todo tras el escenario y cuando griten nombre sentirás una nueva sensación, Lalisa Manoban diseñadora estrella de casa Manoban, como suena eso eh?- No quería responder, así como papá, Jungkook también piensa que me quedaré.

-Suena bien-dije sin ánimos

-Que emoción denotan tus palabras- su sarcasmo hacía más tensa la situación- Te parece si vamos por algo de cenar, necesitas algo de distracción.

Asentí y salimos directo a la calle, el valet parking trajo su automóvil y como todo un caballero abrió la puerta del pasajero. Condujo por la autopista hasta salir de la ciudad, en cierta manera me asustaba, pero la intriga era más grande tanto así que imaginaba historias tontas en mi cabeza. Mi incertidumbre acabó cuando llegamos a la casa de campo que tenían los Jeon. Era tan grande que cuando era niña deseaba pasar navidad allí, cuando nevaba podías hacer un enorme muñeco.

-¿De que trata esto?-pregunté -No me digas que me traes para algo turbio, te dije bien claro que no podríamos repetir lo que sucedió en tu casa.-Jungkook se echó a reír como loco.

-No te traje con malas intenciones, creía haber dicho que solo si tu deseas irrespetarme yo lo haré.-nuevamente su risa, me ha pillado- No te sonrojes Lalisa que no podré parar de molestarte a partir de hoy.

Una cortina de luces adornaba la mampara de madera y tras ella una mesa cubierta con un mantel blanco todo era tan hermoso, Jungkook se había esmerado, todo el lugar parecía de cuento.

No podía ser más cursi y cliché, un sujeto con un violín tocaba una melodía, la que cantamos aquella vez frente al piano, ese recuerdo vino a mí a restregarme lo enamorada que me tenía desde años remotos, pese a que he jugado con mis emociones no he podido sacarlo de mi corazón y ahora estamos más unidos que nunca.

-Lalisa Manoban-dice mientras aclara su garganta, llevábamos ya un buen tiempo únicamente escuchando música y charlando de que hará en Milan si vamos juntos- No es necesario aplazarlo más, por qué esperar a que te gradúes, faltan apenas 8 días pero ya es demasiado tiempo, he querido pedirlo desde la noche que te quedaste en mi departamento, he querido arrancarte de la casa de tus padres y llevarte conmigo ¿, tenerte para mi solo y no sentir miedo de si al día siguiente cambiarías de opinión.

Se levante de la silla y con unos pequeños pasos se sitúa frente a mí, no me lo creo, lo hará ahora, pero no es el plan de nuestros padres. ¿Por qué ahora? Oh no.

-Déjame ser el que agarre tu brazo cuando deseas cruzar la calle, en quien te apoyes cuando tus padres te hagan sentir frustrada y la persona a quien veas al despertar. - ya sabíamos la respuesta que todos querían, tenían todo planeado, un evento que toda la sociedad iba a ver, pero él ha decidido hacerlo a su manera, que sea nuestro momento, no el de nuestros padres. - Princesa, quiero que seas mi reina, ¿qué me dices? ¿Aceptas casarte con este loco enamorado?

-Yo...-la voz me temblaba, no podía ser más perfecto, el lugar, la música sus palabras. ME ha flechado desde siempre, la respuesta que daré definirá mi futuro. - Te amo Jeon Jungkook.-me miró a los ojos, esos ojos tan profundos y sujeto mi mano- Te amo y quiero estar a tu lado, sacarte de quicio cada vez que desee, darte todo el amor que he guardado para ti-lagrimas bajaban por mis mejillas, al parecer me puse un poco sentimental- Claro que quiero ser tu esposa.