CAPITULO 40

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JUNGKOOK

El autoengaño es un estado de las personas en que nos convencemos de una verdad que no existe, intentamos hacer que la realidad no sea tan dolorosa y por eso implantamos la idea tan profundamente que llegamos a sentirla como verídica.

-Deja de engañarte princesa- no podía seguir escuchando sus estupideces, solo busca lastimarme, pero se lastima así misma- Tu y yo sabemos que soy el único que logra acelerar tu corazón, así como tú el mío. -pude notar como le di en el punto exacto, tengo la razón ella y yo estamos destinados y cualquiera que preste atención puede verlo.

-Tienes razón Kook, haces acelerar mi corazón- sé que caerá una ola de sarcasmo pronto así que me siento preparado para responder- Pero no te la voy a dejar tan fácil, antes me pagas las que me debes. – siguió su camino hacia el parking del aeropuerto, con suerte la alcancé y pude ver a mi viejo amigo de tragos.

Park Jimin estaba guapo como siempre, a decir verdad, era un hombre guapo, hasta yo tenía que aceptarlo. Pensé que corría hacia Lisa, pero cuando me levantó en sus brazos, como si se tratara de una escena romántica me sentí el hombre más amado del mundo.

-¡Señor Jeon no sabe cuánto lo extrañé!

-No tanto como yo- me colgué de su hombro y caminamos bromeando hasta llegar al auto.

-Lo dejo a solas con su princesa señor, por cierto, el joven Kunpimook la ronda mucho y hasta pasan horas en su habitación. - su reporte me hacía enojar tanto que deseaba tener a ese chico en frente- No deje que se la quiten.

-Eso nunca

El camino a casa se estaba volviendo demasiado largo y más con el silencio que había entre nosotros, ella seguía enfocada en su móvil y a la vez realizaba trazos en enorme hoja blanca que por tantos borrones tenía manchas negras en ciertas partes.

-¿Nuevo proyecto?-pregunté

-Trabajo de tesis cariño.

-¿Cariño?-empecemos el juego entonces- Así me dirás de ahora en adelante, y cuando nos casemos quiero que lo uses para todo.

-¿Qué más te pide el cuerpo?-sarcasmo y más sarcasmo, al fin sale la versión que me gusta.

-A ti, pero todavía no me dejarás acercarme tanto como quiero.

-Y... ¿Si pido que te acerques? -la maldita mirada, esa que me descontrola la sacó de nuevo.

-No mires a nadie más de esa manera, ¡Entendido!

-¿De qué manera?-notaba que no entendía a que me refería pero mis ganas de portarme autoritario eran más fuertes.

La tomé de las muñecas arrinconándola hacia su puerta, recostó la cabeza entre la ventana del y el asiento tratando de ocultarse, pero no la dejaría así; la cercanía hacía que nuestro ritmo cardiaco aumentara y la respiración se cortara.

-Aun así, dirás que no sientes nada ¿verdad?

-No soy de palabras Kook, más de acciones

Tiró de mi camisa y pegando nuestros labios acarició mi rostro que no hacía más que ponerse caliente conforme ella avanzaba. Cuando me soltó no pude más y atrapé su boca recorriéndola poco a poco, la había extrañado y necesitaba demostrárselo. Hay algo que uno no puede controlar en esas situaciones y en este caso me estaba pasando, no sabía que hacer tanto que no importó. Me coloqué sobre ella, recorrí su cuerpo haciendo que se estremezca y de pequeños brincos cuando llegaba a alguna zona específica.

-¡Kook?-gritó al fin

-¿Qué sucede?-mis ojos desorbitados seguramente la asustaron, su rostro estaba completamente pálido como si hubiera visto a un fantasma.

-Algo se descontroló en tus pantalanes, paremos aquí.

Ahora estaba rojo de la vergüenza, tenía las manos sobre mis partes ya que estaba un poco emocionado ante la situación, tanto que me había olvidado que Jimin estaba viéndonos por el retrovisor. Su sonrisa se hacía más grande cada vez que cruzábamos miradas y con señas me indicaba a Lalisa. Le dimos un buen espectáculo.

-Tenemos un problema-soltó de repente.

-Que sucede Park-Lisa se incorporó raído ante la advertencia.

-Esa van nos ha seguido desde el aeropuerto, pensé que era mi imaginación, pero la vi salir tras nosotros y hace unos segundos me di cuenta que no ha rebasado ni ha cambiado de carril.

-¡Genial! Otro chisme más a mi lista

-Princesa, este chisme si es verídico, pero no por eso permitiré que dañen tu carrera. – tomé su mano y ella la entrelazó con la mía, sea como sea tenemos un vínculo, nos amaos, odiamos y todo lo que puedan decir. Pero nuestra amistad vale más que nada y sobre todo su bienestar- Jimin, pierde a esos idiotas.

La abracé muy fuerte mientras Jimin hacía maromas increíbles para perder a los camarógrafos, tapé sus ojos así que no veía como la proximidad con los otros autos era tan diminuta, pero parecía que estuviéramos a milímetros de rayar la pintura.

Con suerte logramos perderlos y llegar a la empresa o eso creí, una oleada de reporteros no nos permitió la entrada y no me quedó de otra que salir y hacer lo que fuera con tal de que no la molesten.

-Señor Jeon ¿Nos podría decir que tipo de relación hay entre usted y la modelo estrella de Manoban's?

-¿Por qué va por usted al aeropuerto?

-¿Qué hacían en la camioneta juntos?

Y así un sin número de preguntas a las cuales no quería responder, pero debía hacerlo, cerré la puerta de nuestro auto para que no tomaran fotos de Lalisa o le hagan alguna pregunta.

-Señor Jeon, Kang So Ra de KBS, nos podría decir porque está con la señorita Manoban en el vehículo.

-Señorita Kang claro, su padre le ha pedido recogerme.

-¿Solo eso?

En la guerra y en el amor todo se vale dice la gente, pero en mi caso es diferente, me han dado la victoria de esta guerra y era momento de hacerla conocer. Después de todo ya ha habido rumores de nosotros en el pasado y no puedo descartar el hecho de que en pocos meses será mi esposa.

-La señorita Manoban y yo tenemos una relación desde que su contrato lo permite, así que sí...-los seguros del auto fueron abiertos y lo que más temía estaba por suceder, pero ya tenía algo adelantado, Lalisa salió con mi ayuda, estaba un poco incómoda por así decirlo, pero más que nada sé que al entrar a la empresa romperá mi cuello de alguna manera. - Lalisa Manoban y yo nos amamos y si eso les parece un delito pueden meterse sus ideales por donde más les entre señores.

CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora