CAPITULO 4

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LISA

Jungkook me dejó en el centro comercial, el taller mecánico se contactó con él para ver los costos de reparación de su auto y de la persona con quien chocó. Me entretuve en cada una de las tiendas de ropa buscando algo nuevo para mí. Unos jeans rasgados llamaron mi atención, desea tanto comprarlos hasta que vi su costo, no pagaría tanto por ellos así preferí salir de ahí y buscar a vieja tienda que había en el pequeño mercado artesanal cerca de mi antiguo instituto de baile.

Para mi suerte estaba cerrada, no me quedó más opción que volver a casa y entretenerme con algo. Tal vez seguiría practicando la canción en el piano necesitaba terminarla y a este paso creo que no lo haré nunca.

Y si, no la terminé porque al ver esas acuarelas en la habitación prohibida de mamá no pude evitarlo, tomé una de las enormes hojas en las que ella dibujaba y empecé a hacer trazos hasta dar forma a la figura de un cuerpo. Unos pequeños pliegues que bajaban desde la cintura hasta las rodillas, sería una perfecta falda, pero algo le faltaba, ¿color? ¿forma? No lo sé, simplemente seguí trazando sobre el papel y cuando lo supe, el color empezó a aparecer. Mi cabeza me daba ciertas ideas así que me concentré en lo que estaba haciendo, el mundo fuera de mis pensamientos no existía. Éramos ese trozo de papel y yo los que estábamos teniendo sintonía.

-Tienes talento – su mirada seguía cada una de las formas y tonos sobre el papel – Es algo vago, pero puede mejorar si sigues las instrucciones correctas. – ¿A caso está diciendo lo que creo? ¿Me enseñará? - Desde mañana quiero que visites mi estudio, yo no estaré ahí porque tengo una reunión con los inversionistas, pero después de eso te veré ahí.

Asentí y salí de la habitación, no podía contener mi alegría. El destino está poniendo todo en mi lugar, siento un poco de pena ya que no estoy encontrando nada de dificultad en lograr ciertas cosas, pero si la vida te da oportunidades debes tomarlas y listo.

JUNGKOOK

Debía reunirme con Ji Eun y revisar las cuentas del taller mecánico, con suerte lograré poner punto final a esto. Quería acompañar a Lisa, pero hay cosas que uno debe solucionar con rapidez; probablemente pase más tarde por su casa y seguir con nuestra conversación.

-¡Al fin llegas! – Ji Eun se encontraba sentada en el pequeño taburete junto a su auto – Espero no haber interrumpido tus actividades.

-Claro que no- dije sentándome a su lado, el taburete estaba manchado de grasa lo cual me preocupaba, no quería dañar uno de mis pantalones favoritos. – ¿Has esperado mucho?

-40 minutos – su tono era de reproche, pero al soltar esa sonrisa no pude evitar pensar lo linda que se ve enojada – Pero ya estás aquí.

Tuvimos que esperar por lo menos de 3 a 4 horas para que nos entreguen a nuestros preciados autos. No fue tan incómoda la espera ya que Ji Eun sabía cómo sacar plática. Conversaciones así las tenía con Lalisa cuando éramos niños, compararlas a las dos sería estúpido de mi parte, pero mientras más lo hacía, más me daba cuenta de que por más que he tenido la oportunidad de conocer miles de chicas Lisa siempre tendrá el primer lugar en todo sentido. Pueda que existan mujeres más hermosas, pero a mis ojos ella bastaba.

-Entonces...- hizo una pausa – Es la última vez que nos veremos ¿verdad?

-Creo – ¿A qué venía eso?, mi maldita boca siempre tiene que adelantarse a mis pensamientos – A menos que desees verme otra vez, si ese es el caso ya tienes mi contacto. – ¡Sí!, lo hice.

LISA

La seda estaba por todo el estudio, estaba fascinada por todos los colores, los tipos de telas y los diseños que estaban en la mesa; sin duda era una de las cosas que más amaba de la empresa. Cientos de fotos estaban en las paredes, se acercaba un gran evento y estaban preparando los posibles conjuntos y modelos que utilizarían para la pasarela. Desde niña fantaseaba con conocer parte de este mundo y por eso papá me mando a varios cursos cortos en el extranjero cuando vivía aquí, pero los últimos dos años me la pasé encerrada en el internado. Había ocasiones en las que ayudaba a las monjas con diseños para los niños del orfanato, me gustaba hacer clases extra y por eso en mi último año de internado decidí no volver a casa para vacaciones, pero ahora que he terminado me quedará más tiempo para dedicarme a aprender el arte de la moda.

-¡Muévete querida, necesitamos probar el vestido!- dijo Cecile, el diseñador más importante de la empresa, claro después de mi madre- ¡Es para ya!- estaba molesto y no sé por qué me hablaba así.

-¿Qué sucede?- preguntó Maurithia

-¡Pues que esta niña no se cambia!- dijo en tono molesto- Maurithia la próxima que traigan nuevas modelos pídeles a una que sea eficiente-Cecile me miró molesto- Llévala pronto a los vestidores y que el equipo de maquillaje la arregle necesito hacer unas fotos.

-Cecile estás confundido yo...

-¿Cecile?- dijo el hombre indignado- Ninguna novata ha sido tan prepotente al llamarme por mi nombre.- Hizo una mueca de desagrado y puso sus manos sobre su cadera flexionado un poco la rodilla derecha- ¡Sooyoung!- gritó y una mujer con una larga coleta apareció- Tráeme mi pastillas para la migraña, estoy teniendo un ataque. Tú novata- dijo mientras me señalaba- Ve con Maurithia y no le hagas perder su tiempo.

Definitivamente Cecile se sentirá como un idiota cuando sepa a quien le hablo de esa manera, en fin, seguí a la mujer de tez canela. Maurithia ha cambiado mucho desde la última vez que la vi, ahora usa ropa un poco más "adecuada" al trabajo que desempeña. Recuerdo verla con sacos cuello de tortuga color gris y sus faltas ni se diga, llegaban hasta su pantorrilla, por lo general todo su conjunto era del mismo color a excepción de sus zapatos, unos tacos negros brillosos que se escuchaban por todo el pasillo de las oficinas.

Pero la mujer que estaba quitándome la ropa definitivamente era otro nivel, Maurithia llevaba puesto un vestido negro con cinturón en el estómago, las mangas del vestido eran transparentes y tenían un pequeño cuello color blanco, llevaba medias semi oscuras y unos tacones rojos de con hebilla. Su cabello, ¡wow! diría que su cabello siempre me ha encantado, el afro esponjado marcaba unos perfectos rizos que con la ayuda de una diadema roja sobresalían y lo hacían ver como una palmera.

-Siempre has sido guapa cariño- Maurithia seguía concentrada en el peinado que me hacían las estilistas- Pero Cecile es lo demasiado tonto para no darse cuenta. -lo sabe, me reconoció- Eso cariño ahora ve y dale un espectáculo impecable al diseñador estrella. - me guiñó el ojo y les pidió a las estilistas que me lleven al salón con las modelos.

JUNGKOOK

Lo veo y no creo, está ahí, en las manos de Cecile. Lalisa pasea por la pasarela imitando a las demás modelos que a mi parecer son extremadamente hermosas. Unas más que otras, pero ella no se queda atrás, si comparo a todas las chicas que tengo en frente diría que la batalla está entre Jisoo y Lisa. Tal vez parezca un pervertido por estar observándolas, pero vamos todo ser humano es así, y al estar comparándolas me veo muy mal pero que puedo hacer. Jisoo, ¡Dios mío! Jisoo es la reina de la pasarela cuando tenemos algún evento, y no solo por sus hermosos y ese rostro que te deslumbra,  sino por el buen aspecto físico que tiene.

-Hermosa-pensé que lo dije para mí, pero resulta que mi boca emitió esos sonidos. ¿Qué puedo decir? es la verdad, Lalisa está dando el mejor espectáculo que he visto, no lo digo porque me guste o sienta algo por ella, pero es verdad. Las formas de su cuerpo casi igualan a Jisoo, pero su presencia en la pasarela es más impactante. Ella no simplemente modela, está jugando con los que la observamos y sí, tengo que admitir esos ojos avellana están causando muchas sensaciones, no solo nos seduce con su modelaje; al parecer la mirada es lo que más te provoca seguir mirando.

-Tu hermana está matándolos a todos- dije sin pensarlo

-Bueno, es porque es una Manoban mi amigo- Taehyun miraba orgulloso a Lalisa.

-Ahora tendrá muchos pretendientes a sus pies- sentí un poco de celos

-Lo sé, pero tal vez alguien deba encargarse de eso. - sonrió con una mirada divertida- ¡Vamos a casa Kook! nuestros padres quieren vernos.

-Dile a Lalisa, está muy concentrada

-Déjala, estaba emocionada por venir, luego pasaré a recogerla-Tae sin más volteo y empezó a caminar hacia la puerta.

No sabíamos porque tanta la insistencia en que vayamos a casa de los Manoban pero debíamos hacerlo, sentía sensación desagradable desde que papá me llamó, tal vez lo que nos tenían que decir era algo serio y nosotros seguíamos paseando lentamente por la ciudad. No quiero preocuparme por cosas insignificantes, pero cuando había reunión familiar era porque que las cosas no iban bien. 



¡HOY CAPITULO DOBLE! :v

CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora