CAPITULO 26

85 13 0
                                    


LISA

Una semana no fue suficiente, pase al menos dos con una depresión que me consumía, mamá me regañó varias veces por mi inminente perdida de peso. No entendía nada, comía, pero no lograba ganar el peso que perdí, dicen que la tristeza es la mejor opción cuando quieres perder peso, pero en mi caso era lo opuesto, no quería estar triste y tampoco quería desaparecer. Lo alarmante fue cuando comentaron en un programa de farándula sobre los desordenes alimenticios que esta teniendo, lo cual me pareció una total falta de respeto.

Necesitaba una noche, solo una noche para animarme, pero iba a ser imposible, todos sabían el lugar que frecuentaba así que esta vez Jisoo decidió ir a un lugar más privado. Lo bueno de todo es que nuevamente veíamos a Jackson y Mino, habían desaparecido un tiempo por el tema de Rosé, pero al armar un plan tan increíble no lo dejaron pasar. Y ahí estábamos, 5 personas que se habían hecho íntimos debido a mí, el alcohol no era buen amigo esa noche, pero no aguantaba más las ganas de dejar que esa bebida rasposa pase por mi garganta y me haga sentir perdida por un par de horas.

Esa noche no me importaba nada, baile como si no hubiera un mañana, bebí todo lo de la mesa como si fuera soda. Jackson se veía igual de animado que yo así que no dejamos pasar la oportunidad. Éramos la sensación de la pista nuevamente, se sentía tan bien dejar de pensar por unos momentos y hacer lo que tu cuerpo te diga.

Miré a mi alrededor y me encontré con la mirada furiosa de mi hermano, al parecer se nos unió. Estaba a punto de venir hacia a mí, pero Jennie lo detuvo, le dijo algo al oído, me miro y soltó una mueca de pena; al final no se que sucedió, pero se quedó con Jennie al otro lado de la pista de baile. Namjoon y Jisoo, no sé si fue parte de mi poca conciencia, pero juraría que los vi demasiado pegados hace un momento.

Jackson seguí pegado a mi y cada vez lo sentía tan cerca, nuestras miradas se conectaron y supe lo que él buscaba y lo que yo necesitaba en esos momentos. Una sensación eléctrica se expandió en mi pecho y más cuando tomó mi cintura pegándome a él. Fui yo la que busqué sus labios, pero me arrepentí a pocos centímetros, no podía, no debía. Rosé no me lo perdonaría. Pero deje de pensar eso cuando sus labios agarraron los míos, estaban húmedos, pero sentía una calidez que me provocaba tener más, está noche la disfrutaré como si fuera la última.

Los labios de Jackson seguían ahí, con ganas de más y yo quería borrarlo todo, él estaba ahí haciendo que olvide toda la mierda que me habían hecho hace días, era algo pequeño para cualquier persona, pero en mi mundo era la traición más grande que podía sentir. Justo ahora no quiero pensar, solo actuar y él es quien me deja liberar todo el rencor que tenía guardado, es quien me está aceptando, ayudando a soltar un poco. Los besos sen intensifican con cada acción, pero paro en seco cuando un pequeño rose de piel me recuerda a Jungkook, pienso y pienso en que hacer, pero luego aparece Rosé en mi mente, Jeon se lo merece, pero ella no.

-No puedo- le dije alejándolo, no podía seguir así.

¿Qué tiene de malo?-intentó acercarse de nuevo, pero lo detuve

-Rosé- con solo decir su nombre lo entendió, bajó la mirada y se alejó en direccion a la mesa.

La noche acabó tan pronto para nosotros, Jennie se quedaría en casa; era tarde para ir donde los Kim y me aseguraría de que Taehyun no haga algo imprudente.

Sentadas en la enorme cama conversábamos sobre lo que había pasado, después de la charla con mamá prometimos decirnos todo. No sabía que hacer con todo lo que estaba viviendo hasta que un idea un poco absurda pero relajante vino a mí. Necesitaba días lejos de esta casa, lejos de la familia y sobre todo lejos de los Jeon, quienes se empecinaban en juntarnos cada que podían.

CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora