CORAZONES DE PAPEL - LIZKOOK

CAPITULO 28

LISA

Dos días en este paraíso y siento que una tormenta cae bajo mi cabeza, soy la única que tienen momentos tristes y no entiendo por qué sigo con esta negativa, Jennie me ha dicho varias veces que por lo menos finja que disfruto lo que hacemos. Me preocupaba quedarme en la ciudad todo el tiempo, pero decidimos ir al campo esta mañana, al in en la hacienda de la familia.

Vacas a lo largo del extenso pasto, caballos que escucho relinchar a lo lejos, supongo que han adquiridos más cabezas en el transcurso de estos años. Jisoo y Jennie siguen persiguiendo a Jimin, los acorralan como niñas pequeñas solo por despeinar su cabello. A veces me lanza miradas suplicantes, pero, la verdad no haré nada al respecto, en este momento tengo un asunto que resolver.

-Rosie- la rubia tomaba fotos del ganado en diferentes poses- ¿Me acompañas adentro?-dije señalando la casa.

-Claro Lili, vamos.

Tenía que reunir el valor suficiente para decirle lo de Jackson, se que es dañar el viaje, pero, en parte esto me estaba matando y no podía seguir con la mentira.

La habitación se siente más fría de lo normal, y no sé si es por mi miedo o porque enserio el clima ha hecho esta caída, Rosé se sienta en la amplia cama que utilizamos anoche. Su mirada apunta sobre mí y no me queda opción, es ahora o nunca.

-Rosie...-mi tono apacible sale sin avisar-Hay algo que debo decirte y seguramente te molestarás conmigo, pero es mi deber, nuestra amistad está primero, no quiero terminarla por algo así.

-Lili ya lo sé todo-Rosé tenía las mejillas rojas y una pequeña sonrisa comprensiva se formó en sus labios- Jackson me lo contó, dijo que seguramente lo harías en estos días y él quería decírmelo primero.-congelada, ese era mi nuevo estado-Tranquila, los dos estaban ebrios y según me dijo esa noche él te confundió conmigo.-"mentira", era un mentira total, es noche el sabíamos que éramos los dos pero ¿Por qué?- Además, no somos nada aún, así que no puedo reclamarle nada y yo tampoco la he pasado tan sola que digamos.

-Yo no se qué decirte ahora-la vergüenza se comía todo en mi interior- No sé como disculparme, sea como sea tu lo quieres y por el error de esa noche terminamos así.

-Lisa ya déjalo ahí-me abrazó y secó unas pequeñas lagrimas que escaparon de mis ojos-¡ Vamos con los demás, hay un viaje por disfrutar y los días van corriendo!

Me sentía un poco aliviada pero no feliz, tenía la duda y seguía preocupada, pero creo fielmente en ella y sé que esto no fue más que un pequeño episodio, el cual se borrará pronto.

La vistas de la playa eran diferentes a los lugares en los que había estado antes, no tenía idea de lo que era sentir esta emoción. Hace años que no venía y hoy, mientras doy cada pisada con los pies descalzos sobre la arena candente, es que en realidad me siento viva, disfrutar de un paraíso así no siempre es fácil en Corea, más ahora que está en época de invierno. Retirarme de mi actual vida glamorosa era uno de los mejores regalos que me había hecho.

Jisoo riendo al ver como Jennie manchaba sus coletas con la arena mojada, Rosé siendo perseguirá por Jimin quien intentaba lanzarle una medusa, la tía Malai con su novio que al parecer se desaparecían mucho tiempo y volvían solo a recogernos, esos momentos en donde todos son felices, todos menos yo, ¿Por qué?, la felicidad para mi se volvía una tortura porque a pesar de todo, quería que sea él quien esté a mi lado. Lo quería a él ahí, olvidar lo que pasó y seguir desde un nuevo punto de partida. Pero mi orgullo y rencor es más grande que eso.

Las noches pasaban, los días eran cada vez más largos, incluso que la línea que formaba mi boca. Una parte de mi se aferra a él, al punto de querer llamarlo. No sé si es lo correcto, pero deseo hacerlo, a punto de marcar a su número Jennie tiene mi teléfono en sus manos, sabe lo tonta que puede ser una mujer en estos momentos y en parte y aunque lo deteste ha venido a rescatarme.