Marco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor.
Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo.
Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...
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Claudia se levantó y subió las escaleras. No podía más y fue al baño. Pasó al lado de Marco y ni siquiera se dignó a mirarlo.
Él estaba cabreado muy cabreado. Había metido un golazo y sólo podía pensar en dedicárselo a ella. Sabía que estaba viéndola y quería que supiera que pensaba en ella. Y tuvo que aparecer la pesada de su ex. No para de acosar a Marco. Terminaron la relación cuando él aún vivía en Mallorca. No quería saber nada de ella, pero parece que Marina no se enteraba. Marco iba a tener que hablar muy seriamente con ella para que lo dejara en paz.
Miró a sus amigos que estaban riéndose de tonterías. Apretó su puños con rabia porque pensaba que su compañero Llorente creía que podía tener algo con Claudia por el mero hecho de estar sin camiseta.
Marco le dió un trago a su coca cola y decidió subir a hablar con ella.
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Claudia se miró al espejo después de lavarse la cara. No estaba borracha pero si un poquito perjudicada. La culpa era del morenazo de ojos marrones que no le quitaba de vista encima. Cada vez que la miraba ella sentía que se derretia. ¡Lo que deseaba que la besará como si no existiera un mañana! Que la besara y que le quitará la ropa de camino. Lo deseaba muchísimo. La culpa era de él por estar tan bueno.
Suspiró y abrió la puerta del baño. Y detrás estaba él. Tan perfecto. Tan comestible. Claudia abrió los ojos como platos y él aprovechó su confusión para entrar dentro y cerrar la puerta de una patada. Marco la acorraló contra la pared y le puso ambos brazos en su cabeza.
- Que coño haces - le gritó Claudia mientras temblaba por su presencia - déjame salir
- No hasta que hablemos
- ¡Yo no tengo nada que hablar contigo!
- Marina no es mi novia te enteras. La dejé antes del verano porque me puso los cuernos y yo ya no quería estar con ella
- Pues ¿porque va a verte a los partidos?
- Porque está loca - Marco puso su cabeza con la de Claudia y la miró a los ojos. Las respiraciones de ambos estaban entrecortadas, sus bocas a pocos centímetros - Claudia, jamás, jamás, te engañaria. Créeme. Y sino me crees pregúntale a Isco o a Álvaro. Te juro por mi madre que yo no estoy con ella ni con nadie. La única , oyeme, la única con la que quiero estar es contigo.
