Claudia estaba sentada en el césped del Bernabeu al lado de Alex. Estaban en el mismo sitio que el año pasado, y las mismas personas, Álvaro, Marcos, Isco, Nacho y ellos dos. Disfrutaban de la música y de estar juntos. Estaba alterada. Lo que acababa de pasar había sido demasiado intenso y confirmaba lo que ella más se temía, aún quería a Marco.
- Bueno Claudia, ¿no tienes nada que contarme? - le pregunto Alex mientras la abrazaba. Hablaban en susurros para que nadie los escuchara
- No. No sé a que te refieres...
- No disimules. Le dije a Marco que fuera a ver como estabas cuando te fuiste...
- ¡Serás cabrón!
- Además, que me acerqué por si os estabáis matando y desde luego, que tus gritos no eran de sufrimiento
- Eres idiota Alex,¿ porque lo has hecho? Creía que no te caía bien...
- Bueno, nos soportamos, por ti, la verdad. Pero hija, os habéis pasado toda la noche devorandoos con la mirada... y ya sabes que soy un romántico - le contestó él de manera teatral
- Tú lo que eres es idiota...
- Si, si, lo que tú digas... Pero anda que no te lo has tenido que pasar bien cabrona. ¿Todo bien?
- Siiii, tranquilo...
- ¿Ha merecido la pena?
- Siempre merece la pena con él.
Marco apareció en ese momento. Claudia lo miró sonriendo con el corazón desbocado. ¡Que guapo era por dios!
- Ya te he encontrado unas zapatillas - le dijo él mientras se sentaba enfrente de ella- al final he encontrado unas mías que me estaban pequeñas. Te las puedes quedar si quieres y los calcetines también.
- Muchas gracias Marco -le dijo mientras él le quitaba los zapatos y le ponía los calcetines y las zapatillas. Sus suaves manos estaban acariciandole sus pies haciéndole cosquillas. Él sonrió mientras se las ponía.
- Anda mira - dijo Alex - como Cenicienta...
Claudia le dio un codazo en los hombros y ambos rieron.
- Bueno, listo - le dijo Marco- espero que así puedas andar
Claudia lo miró a los ojos y le sonrió agradecida. En un impulso se acercó a él y lo abrazo muy fuerte. Estuvieron así un rato. Cuando se separaron se miraron y se sonrieron.
- Muchas gracias Marco, siempre cuidando de mi
El mallorquín curvó su boca en una ligera sonrisa. Cogió una de sus manos y acarició sus dedos uno a uno mientras ella sentía una corriente eléctrica atravesar todo su cuerpo. En estos momentos parecía que estaban los dos solos. Que no existía nadie más, que ellos dos. Ambos deseaban lo mismo del otro. Volver a besarse y perderse de nuevo en el cuerpo del otro.
- Claudia, ¿donde estabas? - le preguntó Nicolás mientras se acercaba a ellos rompiendo la magia que ambos habían creado. Ella se separó de Marco y se dio la vuelta. Nicolás no venía solo, venía con Sofía.
- Otra vez ésta aquí - dijo Claudia en un susurro que sólo escuchó Marco
- Ya sabes lo que dicen - le contestó Marco también muy bajito- Dios los cría y ellos se juntan
Claudia se rió y se puso de pie para encarar a Nicolás.
- ¿Que quieres? - le preguntó ella fastidiada
- El presidente quiere verte para agradecerte tu labor en la fundación. Llevo un rato buscándote y menos mal que está chica tan amable me ha dicho donde estabais
- Pues si, super-amable esta chica...
Nicolás bajó la vista a sus pies y volvió a mirarla horrorizado.
- ¿Y esas zapatillas? ¿No iras a ir con ellas a ver al presidente?
- Pfff... Pues si, voy a ir con ellas y al que no le guste que no mire.
Ahora vengo chicos...Claudia miró a Marco y él le guiñó un ojo. Empezaron a andar, ella delante de Nicolás. Él la agarró del brazo para que se parara.
- ¿Qué es lo que te pasa Claudia? - le preguntó él- llevas todo el día mal. Ha sido llegar a Madrid y has cambiado por completo
- Yo no he cambiado, yo soy así, ésta es mi vida...
- Tú vida ya no es ésta, tú vives en Cartagena que no se te olvide...
- Trabajo en Cartagena y volveré a mi casa en algún momento...
- No tienes porqué - le dijo él mientras le acariciaba la mejilla. No sintió nada. Es más, él no era Marco- tenemos allí una vida, no tenemos porque volver...
- Mira Nicolás, yo no sé que pensamientos tienes tú en la cabeza, pero yo tengo muy claro quien soy y lo que hago en Cartagena. Y también sé que nosotros no tenemos nada
- ¿Que? ¿Debes estar loca, no? Estamos bien juntos, somos pareja, nena...
- No, no lo somos. Nos hemos enrollado y ya está Nicolás. De ahí a tener una relación, va un mundo, y yo no quiero tener nada contigo
- Mira nena, estás confundida por estar aquí, ¿vale? Cuando lleguemos a casa, a Cartagena hablamos nena... -le dijo él mientras la cogia del brazo
- ¡Y dale! ¡Que no me llames nena joder! Y no vamos a hablar nada porque no tenemos nada de que hablar, que no quiero estar contigo y punto... Y ahora déjame en paz...
Claudia se zafó de él y se fue andando deprisa a buscar al presi. Respiró fuertemente e intentó calmarse. Cuando llegó donde él estaba, sonrió forzadamente y se acercó. Su padre también estaba allí. Florentino la felicitó por el gran trabajo que estaba haciendo en la Fundación y la animó a seguir así. Su padre la miraba orgulloso por primera vez en mucho tiempo. Estuvieron hablando un rato más y Claudia se despidió de ellos para volver con sus amigos. A Nicolás lo vio de lejos hablando con Sofia, pero le dio exactamente igual.
Cuando llegó estaban todos en el mismo sitio, bueno, excepto Marco que ya no estaba.
- ¿Donde está Marco? -le preguntó Claudia a Alex
- Se ha ido. Mañana se va a Mallorca temprano y tiene que madrugar -le respondió él
- Ah, vale -respondió ella desilusionada. Esperaba verlo una última vez y poder despedirse en condiciones
- Por cierto, me ha dicho que te dé esto -le dijo Alex acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla.
Claudia abrazó a su amigo y sonrió. Hoy había sido un día bueno, la verdad.
Dicen que cuando una pareja acaba de una forma mala, lo mejor es hacer un cierre a su relación para avanzar.
Aunque mucho se temía Claudia que con Marco iba a necesitar triple cerradura y varias cadenas para cerrar, y aún así, volvería a caer de nuevo en sus brazos sin dudarlo ni un sólo segundo.
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Y De Repente Tú (Cross 1)
RomanceMarco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor. Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo. Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...