Marco estaba terminando de meter las cosas en la pequeña maleta que se llevaría a Sevilla. De vez en cuando miraba a Claudia disimuladamente. Estaba sentada en el sofá con una manta echada haciendo como que veía la tele. Porque ella también lo estaba mirando.
Anoche había vuelto a dormir con él en su habitación. Con la excusa que mientras que estuviera en reposo dormirían juntos, Marco la había convencido para compartir de nuevo la cama. Y la verdad es que no le había importado. No le costaba tanto dormir porque lo tenía al lado, pero a veces, el tenerlo cerca era un martirio.
Entre que no podía tener sexo y que precisamente lo que más deseaba era tenerlo con él, ella lo estaba pasando mal. Marco había cambiado físicamente. Tenía más masa muscular y estaba más fuerte. Estaba todavía más bueno. Llevaba puesto el traje oficial del Madrid. Todavía no se había puesto la chaqueta y la camisa blanca se le pegaba al cuerpo marcando sus pectorales. La tenía babeando. Seguía siendo la perfección humana personificada. Y estaba excitada de verlo.
Putas hormonas. Iban a ser 7 meses muyyyy largos.
Marco terminó de hacer la maleta y se dio la vuelta para mirarla. Claudia tenía sus ojos fijos en él y cuando sus miradas se cruzaron, ella la apartó y se puso como un tomate.
Marco esbozó una pequeña sonrisa. Se había dado cuenta perfectamente de que ella lo miraba. Claudia estaba radiante. El embarazo le estaba sentando muy bien. Estaba preciosa. Y si no fuera por todo lo que tenían alrededor, lo que más le apetecía era llevársela a la cama y hacerle el amor el resto del día.
- ¿En qué piensas peque?
- En nada -le contestó ella con timidez
- ¿Seguro?
- ¿La verdad? Que estás muy guapo con el traje -hala, ya se lo había dicho. Si es que no tenía filtros.
- Gracias, tú también estás muy guapa hoy...bueno...y ayer...
Los dos se miraron y se rieron. Claudia se levantó del sofá y se acercó a él muy despacio. Tenía todas las intenciones de besarlo. Se mordió los labios mientras él la miraba con una sonrisa traviesa. Pero al puto timbre de la puerta le dio por sonar y ese mágico momento terminó. Claudia suspiró fastidiada y Marco se rió.
Él fue a abrir la puerta y su amiga Isa entró. Abrazó a Marco y dejó su pequeña bolsa de viaje en el suelo dispuesta a pasar el fin de semana con su amiga.
- Álvaro que salgas ya, que se os hace tarde -le dijo Isa mientras besaba a su amiga
- ¡Que hubiera llegado antes! -le contestó Marco
- Ya lo conoces, tiene que tener el pelo perfecto
- Bueno, me voy - le dijo a Claudia. Ella se acercó a él y lo acompaño a la puerta. Se miraron y se abrazaron - cualquier cosa me llamas Claudia
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Y De Repente Tú (Cross 1)
RomanceMarco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor. Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo. Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...