Marco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor.
Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo.
Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...
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Una hora después estaban todos en un restaurante del centro de Madrid. Claudia estaba con un nudo en el estómago por todo lo que había pasado. Las palabras de Marco resonaban en su cabeza una y otra vez. Él tenía toda la razón. De eso no había duda. Y allí estaba ella, teniendo que fingir algo que ella no era ni quería. Una estúpida cena con gente que detestaba.
La velada transcurrió normal, aunque de vez en cuando a su madre se le escapaba algún comentario sobre ella y Quique que no le estaban sentando muy bien. Menos mal que eran más en la mesa y hacía como si no los escuchara.
En uno de sus múltiples momentos de distracción, vio que en el restaurante, entraban Marco, Isco y su novia. Se quedó sin palabras. Estaba muy nerviosa. Sintió todo su cuerpo temblar y como el corazón le latía demasiado deprisa. É la vio y desvió su mirada hacia otro sitio. Estaba muy guapo y muchas de las chicas que estaban allí también se habían cuenta del morenazo que acababa de entrar.
Marco y la pareja se dirigieron hacia una mesa un poco alejados de donde ella estaba. Aunque desde su sitio, los dos podían ver al otro perfectamente.
Claudia lo miró esperando que cruzaran las miradas. Pero se ve que él era más fuerte que ella en ese sentido, porque ni una vez levantó sus ojos hacia donde ella estaba, haciendo que se sintiera cada vez peor.
- Bueno, bueno -dijo la madre de Quique dirigiéndose a ellos dos- después de lo de hoy parece que habéis hecho las paces.
- No sé mamá -contestó Quique- no veo mucho a Claudia por la labor.
- Es que las mujeres necesitamos que nos adulen y nos digan lo maravillosas y guapas que somos. Seguro que no le has dicho nada de eso a Claudia.
- No creo que haga falta -contestó ella cortante.
- Ves, hijo. Así como quieres volver a salir de nuevo con ella.
- ¿Qué quieres salir otra vez conmigo? -gritó Claudia furiosa.
- Claudia, hija, no grites. Recuerda donde estamos -le dijo su madre recriminándole su actitud
- No se preocupe Elvira -le dijo Quique moviendo su mano de arriba a abajo
- Quizás deberíais salir un rato fuera y aclarar lo vuestro -le dijo su madre a Claudia. Se estaba cabreando cada vez más
- Yo no tengo nada que aclarar -contestó Claudia cortante- y no me mires así mamá. A ver si os enteráis que Quique y yo no vamos a volver a salir juntos.
- Será porque tú no quieres -le dijo Quique con chulería
- Pues sí. Y espero que recuerdes porque te lo digo -le contestó ella de la misma manera
- Lo único que yo recuerdo es que estábamos muy bien juntos, y tú me rechazaste. Incluso te llegue a pedir que te casaras conmigo.
La madre de Claudia pegó un pequeño grito y los miró con cara sorprendida. Se hizo el silencio en el resto de la mesa. Todos estaban pendientes de la conversación
