Marco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor.
Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo.
Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...
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Claudia se incorporó y se sentó en el sofá. Se llevó las manos a la frente nerviosa. ¿Cómo sabía su madre que estaba en Madrid si no se lo había dicho a nadie? No entendía nada.
- A ver mamá, tranquilízate quieres...
- ¿Qué me tranquilice? ¡Te vienes a Madrid y no nos dices nada! ¿A qué viene esto Claudia?
- Mamá...
- ¿Qué pasa contigo hija? Es venir a Madrid y cambias por completo...
- A ver mamá, escúchame quieres
- Escúchame tú...ya puedes venir de donde quiera que estés escondida, ¿creías que no nos íbamos a enterar? Menos mal que Nicolás nos lo ha dicho...
- ¿Nicolás? - Claudia y Marco compartieron una mirada con la que se lo decían todo
- Si, nos acaba de llamar para saber si habías llegado bien. Al parecer te fuiste ayer o antes de ayer...yo que sé...estaba preocupado por ti, se nota que le importas
- A ese sólo le importa fastidiar a los demás...mira mamá, ahora iré ¿vale?
Claudia colgó el teléfono muy cabreada. Se levantó mientras Marco la miraba serio.
- ¡Esa rata metomentodo ha llamado a mi madre para preguntarle cómo había llegado! -exclamó Claudia muy cabreada- ¡el muy hijo de puta! Que se mete en todo...
- Oye, tranquila -le dijo Marco mientras la miraba de pie
- Tranquila nada, lo voy a llamar y se va a enterar. ¿Por qué tiene que meterse en mi vida?
- Bueno, si tenéis algo, es normal Claudia
- ¿Queeee? Yo no tengo nada con ese creído, prepotente, aburrido, pesado. Sólo nos hemos dado 2 besos y tampoco han sido del otro mundo. Y ahora que lo pienso me dan ganas de vomitar cuando me acuerdo...Baboso
- Pues se ve que él se piensa otra cosa -le dijo Marco mientras la miraba
- ¡Se va a enterar! -Claudia cogió su móvil para marcar su teléfono y llamarlo. Marco se acercó a ella y le cogió las manos.
- ¿De verdad crees que merece la pena? -le preguntó él mirándola a los ojos- creo que tenemos cosas más importantes en las que pensar que en ese tío
Claudia miró a Marco. Se perdió en sus ojos chocolate y se le olvidó el mundo. Sólo era consciente de sus manos entrelazadas con las suyas y como ahora mismo su mirada parecía traspasarla.
- Supongo. Pero me fastidia tanto. Me había hecho a la idea de que estaríamos unos días así sin que nadie supiera nada, tranquilos... -le dijo Claudia mientras suspiraba
- Lo sé, a mí también me fastidia, pero bueno, cuanto antes hablemos con tus padres mejor, así nos centramos sólo en lo que verdaderamente importa que es el bebe...
