Marco Asensio acaba de fichar por el Real Madrid. Guapo, joven y seguro de si mismo, pero sin suerte en el amor.
Claudia vuelve a Madrid después de pasar un año lejos de casa para retomar su vida de nuevo.
Ella, la chica rebelde. La chica prohibid...
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Claudia estaba sentada en las gradas de Valdebebas viendo el entrenamiento del Real Madrid. Estaba repasando sus apuntes de lengua. Mañana tenía un exámen, y la verdad es que aquí estaba tranquila estudiando. De vez en cuando miraba el entrenamiento para ver a la perfección en persona de su novio mientras corría. Estaba guapo hasta cuando se caía al suelo por algún lance del juego.
Había tenido suerte con el exámen sorpresa de Química. Quien le iba a decir a ella que el profe era un gran admirador de Marco y le había pedido una camiseta suya después de repetirle el exámen. Claudia sacó un sobresaliente sin necesidad de ningún trato de favor. Ya no volvió a faltar ni un día a clase. Sobre todo porque se lo había prometido a Marco. Estaba absorta con sus apuntes cuando unas manos le taparon los ojos.
- ¿Quién soy? - le dijo una voz haciéndola reír
- ¿Chris hemsworth?
- No
- ¿Thor?
- No
- ¿Tyler Rake?
- Claudia joder -le dijo su hermano Paco mientras se sentaba al lado de ella- tú crush por ese tío es desesperante, como se entere tu novio...
- Hummm...¿Cómo estás amor de mi vida? -le preguntó mientras lo abrazaba.
- Papá está que no hay quien lo aguante -le dijo su hermano- y mamá se pasa el día en su habitación con jaqueca, menos cuando tiene que ir de compras
- Me lo imagino -le contestó Claudia algo entristecida
- No, no te lo imaginas. Papá no para de decir que eres una inconsciente, que lo que querías desde un principio era irte a vivir con tu novio y que lo has puesto en vergüenza.
- ¿Eso ha dicho? Joder, se le va la olla - Claudia apretó el bolígrafo con fuerza dejando que la tristeza diera paso a la rabia
- Algo así
- ¿Tú... piensas igual?
- No, no... te conozco. Eres mi hermana y sé que eres de todo menos inconsciente. Desde pequeña siempre te has portado muy bien, eras el ángel de papá y mamá. Lo que les molesta ahora, es que ya no eres su niña y no pueden hacer contigo lo que quieran.
- Si, eso creo. Pero no se dan cuenta. Y no sé si esto que he hecho es lo mejor.
- Lo hecho, hecho está. Ahora lo mejor es que dejes pasar unos días y después hablas con ellos. Ya verás como se les pasa. Tienen que comprender que tú eres mayor y ya has tomado una decisión.
- ¿Y si no es así?
- Pues deberías plantearte que vas a hacer. Pero no pienses en eso, verás como no va a ocurrir.
- Si tú lo dices...
- Soy mayor que tú. Yo también he pasado por esto, hazme caso.
