Esto de jugar a las escondidas me perdía la cabeza.
¿Qué pasaba si te encontraba en cada impulso?
Mis pulsos pedían sentir tus labios.
Dañaba menos un cuchillo que tus balas.
Aun así, eras mi camino y me perdía al encontrarte.
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A ratos, tú.
ŞiirNo es que se me hayan cruzado los cables, es que te me has cruzado tú.