El porche se había llenado de actividad nuevamente y sentía que la vida me había vuelto a sonreír al permitirme estar en esa habitación con cuatro personas a las que apreciaba. Theo, Taylor y Tyler se encontraban sentados en el suelo mientras Sophie y yo compartíamos el sofá. Estábamos jugando al UNO y gritando como chiquillos cuando alguien lanzaba una carta +2 o +4 con un audible coro de "uhhh" que volvía la partida más entretenida y competitiva. Theo tenía más cartas en la mano de las que había en el mazo y no dejaba de esbozar un puchero con los labios como un niño que estaba a punto de largarse a llorar.
ꟷSon malos, muy malos ꟷse quejóꟷ. La cuenta oficial de Twitter del juego dice claramente que no se pueden sumar estas cartas.
ꟷLa cuenta oficial no sabe nada ꟷcontraatacó Taylor y luego llevó un puñado de caramelos azules hacia su bocaꟷ. Si el pueblo dictamina que se pueden sumar, se suman y ya. Se llama costumbre y es una fuente de construcción del derecho.
Evité carcajearme para no hacer sentir peor al rubio que, pese a ser deportista desde niño, era un pésimo perdedor. Había amenazado con irse en cada juego que no había alcanzado a acabar en primer lugar y debido a su cantidad de derrotas le tocaba pagar la cena.
Mi teléfono celular comenzó a sonar en el interior de mi bolsillo y dejé las cartas boca abajo sobre la mesa. Tyler intentó darles un vistazo y le di un leve golpe en los dedos antes de sacar mi móvil. Miré la pantalla y fruncí el ceño al ver el nombre de quien me llamaba. No dudé en ponerme de pie y, con pasos largos que parecían zancadas, salí al jardín trasero para atender.
ꟷ¿Matthew? ꟷpregunté con duda en la voz.
ꟷBuenas noches, Genesis ꟷsaludó del otro lado de la línea con evidentes ánimosꟷ. Disculpa la hora, pero quería hablar contigo de manera urgente. Espero que no te moleste.
ꟷClaro que no, buenas noches. ¿Ha sucedido algo?
Mordí mi labio inferior mientras esperaba su respuesta, la sangre se me había helado como quien espera una noticia que le cambiaría la vida.
ꟷSí, tengo una buena noticia para ti. ¿Puedes hablar en este momento?
ꟷSí.
Tanto secretismo estaba poniéndome nerviosa y como consecuencia de ello comencé a caminar de lado a lado con el teléfono pegado a la oreja. No fue hasta que volteé hacia el porche que me percaté que los cuatro habían interrumpido el juego y me observaban con el rostro casi pegado al cristal. Por poco reí pero mantuve la compostura esperando a que Matthew decidiera hablar conmigo.
ꟷAcabo de salir de la audiencia con el fiscal. Recién me lo ha confirmado. El juicio se programó para la próxima semana.
Detuve mi andar de golpe y me llevé la mano libre a los labios. Habían pasado casi dos meses completos del inicio del año y había perdido la esperanza de que el juicio se llevara a cabo, pero finalmente iba a suceder. Mis padres tendrían justicia.
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Tres y un cuarto (RVB1)
JugendliteraturTras la pérdida prematura de sus padres, Genesis ha tenido que cambiar su vida radicalmente. Con el corazón roto y las alas quebradas, ha dicho adiós a todo lo que conoce para mudarse a un pueblito en el medio de la nada donde todos parecen demasiad...