TYLER
Mucho puede suceder en una vida: momentos buenos, momentos malos, caídas y tropezones, risas y llantos, cumpleaños y fiestas. Es el ciclo de la vida: naces, creces, si tienes suerte te reproduces y luego mueres. El problema es que nadie te avisa lo que hay en el medio.
Y a mí nadie me avisó que me iba a enamorar perdidamente en mi último año escolar.
Mucho menos que no iba a ser correspondido.
Pero alto. No debemos correr, demos pasos de bebé como yo debería haber hecho esa noche.
Me arreglé frente al espejo de mi habitación, acomodando mi cabello con un poco de gel para que quedara en la forma que deseaba y luego simplemente me puse mi chaqueta. No era bueno con los disfraces, nunca me habían gustado, ni cuando era un niño les había tenido aprecio.
A los ocho años mis amigos y conocidos hacían fiestas de disfraces, superhéroes y personajes de libros era lo típico. Mi madre nunca tuvo tiempo para confeccionarme un atuendo y mucho menos para ir a la tienda por uno por lo que siempre llegaba vestido como un niño normal, desencajando completamente con el resto. La madre de mi amigo Taylor se dio cuenta de ese detalle rápidamente y comenzó a llevar ropa para mí también y, a pesar de que aceptaba lo que me estaba dando, no me sentía cómodo. Ese no era mi disfraz ni mi personaje favorito de Marvel. Yo quería ser Spiderman, no Hulk.
Supongo que eso fue lo que quedó grabado en mi memoria, momentos vergonzosos y de descuidos que fueron reparados por una familia que no era la mía. Y de allí viene mi disgusto por los disfraces.
De todas maneras, a pesar de mi poco entusiasmo para vestirme, sí estaba ansioso por llegar a la fiesta incluso si tenía lugar en el instituto. Halloween era divertido por los dulces y por mis amigos.
ꟷ¿A qué hora volverás? ꟷpreguntó mi madre al verme bajar las escaleras.
ꟷNo lo sé, es una fiesta escolar ꟷcontestéꟷ. Supongo que a la medianoche.
ꟷPuedes llevarte el auto si prometes no dañarlo.
Evité blanquear los ojos porque eso habría supuesto un regaño que no tenía intenciones de escuchar.
ꟷEstaré bien. Me gusta caminar.
ꟷTyler, escucha a tu madre ꟷintervino mi padre con voz duraꟷ. Te está dando una oportunidad, deja de ser un necio y acéptala.
Mordí el interior de mis mejillas sintiendo como la sangre comenzaba a calentarse en mis venas.
ꟷLlénale el tanque, Michael debe viajar a la ciudad por la mañana.
Claro, allí estaba la trampa. Querían que le hiciera un favor a mi hermano y no estaban haciéndolo por mí. Típico. ¿Por qué me sorprendía? ¿No había sido así toda mi vida? Opacado por mi hermano mayor. Qué cliché. Lo peor era que mi hermano no tenía nada sobresaliente. Michael no era inteligente, no era carismático, no había entrado a ninguna buena universidad, no se le daba bien ninguna asignatura y mucho menos los deportes. Lo único que sabía hacer era respirar y complacer a mis padres. Menudo idiota. Sin embargo, para mis padres él era perfecto, el hijo ejemplar, y yo era el muchacho que se creía muy bueno para el pueblucho donde había nacido.
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Tres y un cuarto (RVB1)
Ficção AdolescenteTras la pérdida prematura de sus padres, Genesis ha tenido que cambiar su vida radicalmente. Con el corazón roto y las alas quebradas, ha dicho adiós a todo lo que conoce para mudarse a un pueblito en el medio de la nada donde todos parecen demasiad...