Dragones Gemelos

25

Todo el lugar fue sacudido por un gran estruendo. La luz del entorno empezó a apagarse como si se tratara de un fuego que se extingue poco a poco y el estruendo provocado por la mujer, un estruendo conocido por ambos jóvenes, un ruido que se hacía cada vez más intenso, llenaba el lugar de pulsaciones y vibraciones como las que producía la música, era tan fuerte que Neji tuvo que acercarse a Sasuke y casi gritando le indicaba que pusiera a la joven inconsciente a salvo.

El pelinegro uso el poco chakra que había logrado recuperar para activar su kamui y absorber hasta otra dimensión el cuerpo debilitado de la mujer desmayada. Afortunadamente podrían ir recuperando sus fuerzas ya que estrépito provocado había logrado destruir los aparatos electrónicos encargados de drenar su chakra. Fueron testigos de como los materiales de estos estallaron y volaron por el aire.

De la nada aparecieron más hombres que los rodearon, no eran tantos como al principio, era evidente que se trataba de la reserva de emergencia; ninguno de los ninjas de la Hoja se preocuparon por ellos, en este momento las condiciones indicaban que todos estaban en riesgo de sufrir los mismos daños que serían provocados por la mujer que poco a poco se iba transformando en una criatura de fuego.

-- ¡Me encargaré de liberar a los prisioneros! Aprovecharé la oportunidad -- Gritó Sasuke para que Neji pudiera escucharlo -- ¡Debes intentar hacer que se calme!

¿Hacer que se calme? Eso no sería una tarea sencilla, la mujer estaba completamente fuera de sí. Vió al pelinegro alejarse y tomar a la joven que se había enfrentado a Tenten previamente alejándola del peligro.

El vendaval que la rodeaba removía todo a su paso, el hombre que había provocado aquella situación se encontraba desde su posición mirando todo lo que sucedía completamente horrorizado, percibiendo con todos sus sentidos el peligro en el que se encontraba ordenó a los hombres atacar.

...

Por una fracción de segundo Tenten creyó que el corazón se le había reventado, quería mirar hacia abajo para comprobar si su pecho estaba abierto y si su corazón vomitaba sangre así como un volcán vomitaría lava, pero entonces el calor estalló en su cabeza y su conciencia se desvaneció.

La luz brillaba de nuevo, la magnífica luminiscencia que había vislumbrado la primera vez que estuvo a punto de morir, la rodeo transformándose de nuevo en aquel esplendoroso paraje en el que se encontraba Nuwa solo que esta vez no estaba sola. El opulento dragón negro-rojizo se encontraba volando en medio de aquel suntuoso paisaje acompañado de un homónimo.

El otro dragón era exactamente igual a ella, y a su vez era completamente heterogéneo incluso en su forma de volar. Volaba como si fluyera sobre el agua pudo suponer que esa era su verdadera naturaleza, un dragón de agua, alargado de hermoso color blanco con destellos dorados, el pelo que cubría todo su alargado cuerpo era como el color del océano verde azulado, su rostro era pacífico y sus ojos de un bellísimo azul intenso como el zafiro.

Aquella visión era verdaderamente bella, nunca había notado tal radiación y tan hermosos colores, uno negro y el otro blanco. No había palabras para describir aquello, estaba más allá de cualquier lenguaje que pudiera utilizar. Estaba inmersa en aquella armonía llena de amor, luz y color; deseaba quedarse a vivir en aquel lugar para siempre solamente apreciando el baile de aquellas criaturas míticas.

No obstante las responsabilidades que tenía en el mundo real eran apremiantes. De repente, todos aquellos oscuros sentimientos se apoderaron nuevamente de su ser, la ira, el odio, la tristeza, el miedo y la venganza. Si, la venganza, el máximo poder dentro de ella ahora estaba a su alcance.

Se dió cuenta que cuando estaba su consciencia en este lugar su cuerpo real actuaba por instinto dominado por los sentimientos de ese momento; si seguía aquí absorta y desconectada de su cuerpo, podría ser peligroso para sus compañeros y los inocentes del lugar.